Él jugaba a ser policía o militar junto a varios amigos del recinto La Carmela, de Baba. Quería seguir los pasos de su papá.
Así lo recordó su progenitor, Sergio Elaje, policía retirado. Afligido por la tragedia dijo que se enteró de lo sucedido la noche del martes. Contó que su hijo, de 23 años, tenía cuatro en la Marina.
Él fue uno de los tres marinos que murieron en el atentado registrado el martes en la parroquia Mataje, cantón San Lorenzo, provincia de Esmeradas.
La agresión, según fuentes militares, fue obra de “grupos irregulares” y se produjo después de que el pasado domingo dos miembros de las Fuerzas Armadas ecuatorianas resultaran heridos en otro ataque en la zona fronteriza.
“Era un chico tranquilo y bromista al que le gustaba el fútbol. Desde que se graduó del colegio quiso ser Infante de la Marina. Llevaba más de cuatro años allí y, en la zona del problema, tenía varios meses”, relató el padre.
Sergio Elaje y su madre salieron desde Baba hace 20 años a vivir a Guayaquil. Él estudió primaria y secundaria en esta ciudad. Después de hacer el servicio militar se enroló en la Marina.
Para Jenny Cedeño Contreras, su corazón ha quedado hecho pedazos. Su hijo tenía muchos sueños como comprarse una casa y darles una mejor vida.
“Él siempre me decía que yo era su primer amor”, comentó agobiada la madre con las mejillas bañadas en lágrimas.
El cuerpo del marino llegó a las 09h00 de ayer a Guayaquil y luego fue trasladado a la Base Naval donde fue velado por unas horas hasta ser llevado a la casa de su madre, en la 23 y la Q en el sur de Guayaquil.
Su sepelio será hoy en la tarde en el cementerio Jardines de la Esperanza, de la ciudad porteña.
Gardenia Laje, tía del marino, oriunda del recinto La Carmela y quien viajó hasta el velatorio en la Base Naval de Guayaquil, lo recuerda como un niño muy extrovertido en su infancia y como “un joven fuerte y gentil”, ya de adulto.
Sobreviviente Vinceño. John Arriaga Castro, de 24 años, quien se enroló en la Marina hace aproximadamente seis años, conducía un vehículo militar el día de la tragedia en la frontera de Esmeraldas. Él es uno de los heridos del atentado.
Byron Arriaga Castro salía de su trabajo a las 16h00 del martes cuando recibió una llamada telefónica de su hermana para informarle que su ‘ñaño’ John estaba hospitalizado.
Es la segunda noticia preocupante que recibe sobre la salud de su hermano, pues, hace una semana, fue llevado de urgencia a una casa de salud en Esmeraldas debido a la mordida de una serpiente en la zona fronteriza.
“Ser militar o marino fue su objetivo desde que era niño, siempre jugaba a ser soldado con sus amigos. Hasta ahora, él cumplía su sueño de defender al país. Todos estamos angustiados, pero esperemos Dios cuide la salud de mi hermano”, contó Byron.
El vinceño fue trasladado vía aérea hasta el hospital Naval donde se encuentra con pronóstico reservado. “Estuvo varias horas inconsciente y por el momento ha perdido parte de la audición”, comentó el familiar.
“Mi hermana Emma (Arriaga Castro), que también está en la Marina y que estuvo pendiente de John, me contó que él está hinchado y no puede hablar. Por ahora, no le permiten las visitas. Nosotros tenemos fe en que se va a recuperar y reintegrarse a su pasión de toda la vida”, refirió el familiar de Arriaga quien es casado y tiene un hijo de año y medio de nacido. El Rio