La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), con base en los estudios internacionales y su eficacia comprobada contra la COVID-19, ha evaluado con rigor científico la vacuna CanSino. Tras estos análisis, ha sido calificada como elegible para la inmunización de la población.
El protocolo de seguimiento post inoculación será el mismo establecido con las demás vacunas que se suministran a los ciudadanos en los diferentes establecimientos que conforman el Sistema Nacional de Salud.
El Gobierno Nacional anunció el pasado viernes 11 de junio la adquisición de 6 millones de dosis de la vacuna de CanSino, que llegarán al país a partir de julio. La vacuna, cuyo nombre comercial es Covidencia (Ad5-nCoV), es elaborada por la empresa farmacéutica china CanSino Biologics, junto al Instituto de Biotecnología de Beijing.
La vacuna, al igual que todos los productos biológicos de este tipo que han ingresado al territorio ecuatoriano, cuenta con autorización de uso por emergencia sanitaria y aprobación de Agencias Reguladoras de Alta Vigilancia de Chile y México. También de organismos técnicos encargados de la regulación, control técnico y vigilancia sanitaria de medicamentos, productos biológicos y productos naturales de uso medicinal en estos países.
Esta vacuna es un adenovirus vector de tipo 5 recombinante, que por su naturaleza posee la capacidad de inducir inmunorespuestas naturales, adaptables, fuertes y continuas. Por eso solamente es necesario colocarse una dosis para estar inmunizado. Otra particularidad es que su composición expresa configuraciones moleculares patógeno-asociadas (PAMPs) para estimular el sistema inmune de manera natural, al igual que las otras vacunas.
Es importante destacar que la efectividad de una vacuna, independiente de su origen, se determina en base a la sintomatología del paciente. En ese sentido, y de acuerdo con los diferentes reportes publicados hasta febrero de 2021, la vacuna fabricada por CanSino ha demostrado una efectividad promedio del 65,7% en casos moderados de COVID-19, un 91,7% en casos graves y no registra efectos secundarios mayores.