Las condiciones son diversas. En América Latina, ciertos países ofrecen a las mujeres que deciden abortar mayores garantías, otros establecen causales para acceder a este procedimiento médico y en otras naciones esta práctica se encuentra penalizada.
De acuerdo con información disponible en el Centro de Derechos Reproductivos, que lleva un registro sobre la situación legal del aborto en el mundo, en siete países de Latinoamérica el aborto es legal en las primeras semanas de gestación. En nueve naciones, las mujeres deben cumplir ciertos requisitos para acceder a la interrupción voluntaria del embarazo y en seis está prohibido.
Ecuador, que aprobó el jueves pasado la Ley de Interrupción del Embarazo por Violación, está entre los países que fija causales (condiciones) para que las mujeres accedan a este procedimiento.
El Pleno de la Asamblea Nacional decidió que el embarazo en caso de violación podrá ser interrumpido hasta las 12 semanas de gestación y, de manera excepcional, hasta las 18 semanas en el caso de niñas, adolescentes y mujeres de la ruralidad e indígenas.
Este texto debe ser analizado por el Ejecutivo, que tiene un plazo de 30 días para presentar sus observaciones o disponer su publicación en el Registro Oficial.
Para Virginia Gómez de la Torre, directora de la Fundación Desafío, la aprobación de esta norma es considerada aún un paso inicial, porque otros países que han despenalizado el aborto en caso de violación no establecen plazos, otros tienen despenalizada totalmente está practica y otros cuentan con más causales. “Las mujeres en esos países están en una mejor situación que nosotras”.
En Argentina, por ejemplo, las mujeres tienen derecho a decidir y acceder a la interrupción de su embarazo hasta la semana 14 del proceso de gestación. Fuera de este plazo, solo se practica un aborto en caso de una violación o si está en peligro la vida o la salud integral de la mujer, refiere el Centro de Derechos Reproductivos.
Mientras tanto, en Uruguay -que tiene despenalizado el aborto desde 2012- se puede acceder a este procedimiento médico en las primeras 12 semanas de gestación.
En esta nación, la mujer debe comparecer previamente ante una comisión asesora compuesta por un ginecólogo, un trabajador social y un profesional de salud mental. Tras esa cita y cinco días de “reflexión”, la embarazada decide si va a abortar.
En Chile, que al igual que Ecuador establece causales, las mujeres pueden interrumpir de manera voluntaria el embarazo en el caso de inviabilidad fetal y de violación, siempre que no hayan transcurrido más de 12 semanas de gestación. En el caso de menores de 14 años, la interrupción del embarazo se puede realizar hasta las 14 semanas de gestación. Fuente: El Comercio.