El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela declaró a Nicolás Maduro ganador de unos comicios atravesados por la controversia. La oposición ha dado todas las señales que no aceptará de inmediato el veredicto oficial. Según el CNE, al escrutarse el 80% de las actas, la tendencia era «contundente» e «irreversible»: el presidente fue reelegido con el 51,2% de los votos, siete puntos más que Edmundo González Urrutia, el candidato de la Plataforma Democrática Unitaria (PUD).
Maduro obtuvo 5.150.092 adhesiones, contra 4.445.092 de su principal adversario. Los otros ocho competidores reunieron 462.700 sufragios. La participación popular fue baja: 59% del padrón electoral. Buena Parte de los desencantados se quedaron en sus casas. Se cumplió una predicción de los analistas: la oposición necesitaba que los venezolanos se volcaran decididamente a las urnas para ganar. Eso no ocurrió.
Elvis amoroso, el principal rector del CNE, atribuyó la demora en la divulgación del escrutinio a una «agresión» contra el sistema de transmisión de datos. Amoroso pidió a la Fiscalía General que investigue la «acción terrorista».
Varias horas antes de que el organismo electoral divulgara los resultados que, dijo Amoroso, serán remitidos a las otras fuerzas participantes de los comicios, el madurismo ya había ocupado las calles de Caracas para dar rienda a un festejo por unos resultados que no parecen dar por terminada la disputa política.
La oposición descree de los resultados
María Corina Machado, el principal sostén emotivo y político del candidato opositor, fue contundente al momento de expresar su suspicacia. «Hacemos un llamado de los testigos en los centros hasta que reciban las actas correspondientes de los resultados de la mesa, conforme lo que señala la ley electoral. Todos los ciudadanos tienen derecho a participar en una verificación». González Urrutia también se pronunció en X: «Los resultados son inocultables. El país eligió un cambio en paz«.
Omar Barboza, la principal autoridad de la PUD fue más elocuente: «todos sabemos lo que ocurrió. Las actas de las cuales disponemos no hacen otra cosa que confirmar lo que vimos en la calle.
La proyección da un resultado que no debería tener dudas. Nos dirigimos al país y las autoridades para solicitar en nombre de la paz de Venezuela, de la credibilidad en el voto como instrumento para tomar grandes decisiones, que no den un paso el falso y con una precipitación autoritaria traten de destruir una construcción cívica.
Solicitamos en nombre de la reconciliación que esperen a que se cuenten los votos y tengamos todas las actas. Tenemos el deber de defender la voluntad popular y el futuro, que aprendamos a perder y ganar.
La democracia es alternancia. No se puede declarar ganador a alguien que no ha ganado. Pedimos a las Fuerzas Armadas que piensen en Venezuela. Vamos a buscar soluciones, por el bien del país».
Perkins Rocha, otro dirigente opositor, evitó toda moderación: «vamos a defender el derecho en todos los terrenos. Por la verdad estaremos dispuestos a dar nuestras vidas«. El Periodico