Al mismo tiempo que se fijó en las semifinales el martes, 11,32, Anahí Suárez volvió a imponerse el miércoles en la pista del Pascual Guerrero. Su dominio fue de principio a fin, para levantar el sexto oro para Ecuador en lo que va de los Juegos Panamericanos Júnior de Cali-Valle y el segundo para el país en la jornada del atletismo de este día.
Tras cruzar la meta se lanzó al piso y con las manos se cubrió el rostro como señal de sorpresa, había conquistado el título panamericano. Sus rivales Amya Clarke (11,58), de San Cristóbal y Nieves, y Natalia Linares (11,60), de Colombia, apenas ejercieron presión sobre la ecuatoriana.
“Estaba ranqueada primera, vine a mejorar mi marca, no se dieron las cosas, pero gracias a Dios se dio el podio en el primer lugar como se había previsto”, afirmó. “Muy feliz con el resultado, me faltan los 200 metros que también voy a dar lo mejor de mí y ojalá vuelva a estar en el podio”.
El momento más emotivo llegó una hora después de haberse cumplido su prueba, cuando las tres ganadoras fueron llamadas al podio para recibir sus medallas y Anahí llevaba en su chaqueta de presentación una foto del medallista mundial Álex Quiñónez, a manera de homenaje tras su irreparable pérdida.
“Fue una muestra de agradecimiento por todo lo que ha hecho por mí. Hoy por hoy es una de las personas que también me han ayudado para estar aquí, sus consejos. Es super triste no tenerlo, esta medalla se la dedico a él, hoy no estuvo aquí y no va a estar más en mis carreras, pero sé que donde él esté va a estar feliz por mis logros”, concluyó la velocista.
Suárez, cuyo mejor registro en los 100 m es 11,16, tiene previsto correr los 200 m este jueves y los relevos 4×100 femenino y 4×400 mixto.