“El que es perverso provoca contiendas; el chismoso aparta a los mejores amigos” (Proverbios 16:28).
Misteriosamente, Lucifer dejó crecer el espíritu de insatisfacción en su corazón. Codició el homenaje que solamente correspondía al Padre celestial. Entonces, comenzó a ganar adeptos entre los habitantes del cielo. Tratando de justificar su conducta: alegó que Dios exigía adoración únicamente para él de una manera egoísta y lo acusó de obligar a todos a guardar una Ley que no podía ser obedecida. Argumentos de esta naturaleza nunca habían cruzado la mente de los habitantes del reino de los cielos, pero el entusiasmo de Lucifer y la destreza para presentarlos logró seducir a la tercera parte de los ángeles del cielo. Grandes amistades se rompieron allí. Fue así como abiertamente se rebelaron contra su propio Padre: “Después hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón, y el dragón y sus ángeles también lucharon, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. Así fue expulsado el gran dragón, que es la serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron arrojados a la tierra” (Apocalipsis 12:7-9).
El chisme es uno de los grandes causantes de problemas en una familia, una iglesia, una escuela o una sociedad. “El espíritu de la chismografía es uno de los agentes esenciales que tiene Satanás para sembrar discordia y disensión, para separar amigos, y minar la fe de muchos en la veracidad de nuestra posición. Hay hermanos y hermanas que propenden demasiado a hablar de las faltas y de los errores que creen ver en los demás, y especialmente en aquellos que han dado sin vacilar los mensajes de reprensión y amonestación que Dios les confiara” (Consejos para la iglesia, p. 315}. El chismoso exagera los detalles, inventa historias, calumnia con facilidad y desacredita a los demás. Incluso, de tanto repetir una mentira llega a creer que esta es verdad. Paulatinamente, cultiva una necesidad enfermiza de meterse en la vida de los demás. Se trata de personas que no han crecido emocionalmente, quienes no soportan la prosperidad y felicidad de los demás y se sienten tan inferiores que tratan de aplastar a otros para sentirse superiores a ellos.
Cuida a tus amistades. No atiendas los chismes de quienes vienen a calumniar a los que más aprecias. Tampoco participes de la murmuración hacia los demás.
Pide hoy al Señor que te ayude a ser prudente y respetuoso con todos.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
¡RENUÉVATE!
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018