El mundo del deporte no solamente se limita a aquella actividad física que se suele realizar sobre un campo de césped o en pabellones, sino que también abarca categorías que en vez de exigirle al físico, exigen a la mente. Estos se conocen como deportes mentales; disciplinas en las que se ejerce sobre todo un músculo del cuerpo: el cerebro. Aunque oficialmente están reconocidos cinco deportes, entre ellos el ajedrez, hay una gran cantidad de prácticas entre las que destaca por popularidad el póker.
En la actualidad, como en muchas otras prácticas tradicionales, este juego ha dado el salto a las pantallas con el póker online, manteniendo la esencia del pasado pero adaptándola a las tendencias de consumo más modernas y actuales. En plataformas especializadas ofrecen la posibilidad de disputar una partida junto con otros usuarios, desde cualquier dispositivo inteligente y sin importar el momento del día; además de ofrecer varias de las modalidades más populares y oportunidades de interactuar con los compañeros de mesa.
Juego de estrategia
A diferencia de otras disciplinas mentales, en el juego de 52 cartas hay varios factores a tener en cuenta. Por ejemplo, de un lado está la repartición de las cartas privadas que tenga uno y las comunes para el resto de jugadores que realiza el crupier. Por otro lado, valdrán su peso en oro la estrategia y la habilidad de cada jugador para hacer valer esa combinación y saber cómo actuar en cada una de las manos. Por último, aunque también fundamental, está el papel del resto de compañeros de mesa; un factor totalmente externo.
Además de esta combinación de tres elementos, hay aspectos generales que no son exclusivos del póker y que se deben tener en cuenta en otros deportes, sean estos mentales o físicos; e incluso en juegos de mesa. Uno de ellos es ser cauto, previniendo un posible peligro, pero siempre en la medida correcta. También se recomienda, dependiendo de la situación, ser agresivo o poco previsible en las acciones y, siempre que así lo permita el rival, aprovechar sus posibles errores para generar una ventaja competitiva.
Infinidad de variantes
A diferencia de otros deportes mentales, más anclados en un tipo de práctica como puede ser el ajedrez, el póker se presenta como un juego que con el paso del tiempo ha ido innovando y presentando diferentes variantes que, aunque mantienen un objetivo parecido, son muy diferentes. Una de las más practicadas por el público, más aún después de la consolidación de internet, es la Texas Hold’em. Juegan entre dos y nueve personas que compiten entre ellas y cada una recibe dos cartas privadas y cinco comunes descubiertas. Quien presente la mejor combinación de cinco, sale vencedor de la mano.
También destacan en internet otras modalidades en las que la partida no se da contra los otros compañeros de mesa, sino contra el crupier encargado de repartir las cartas. Una de ellas es la modalidad tres cartas, que trata de hacer la mejor combinación posible con las tres cartas privadas del jugador y conseguir un valor mayor que el de la banca. Otra es el stud caribeño, que también compite contra la casa y se asemeja a otras prácticas como el blackjack. El objetivo sigue siendo tener una mejor mano que el crupier, pero en este caso se da con cinco cartas en lugar de tres.
Como se puede ver, el póker es uno de los deportes mentales más completos que existen. Más allá de entrar en juego diferentes factores, algunos propios y otros ajenos, también cuenta con un amplio abanico de modalidades de ser practicado, ya sea contra el crupier u otros usuarios; sobre todo después de la consolidación de internet y de los dispositivos inteligentes. En la actualidad, con un solo clic y en cualquier momento del día es posible establecer conexión con una plataforma especializada para celebrar una partida.