El Gabinete del presidente Guillermo Lasso se renueva a 13 meses de gestión y tras una crisis provocada por una paralización que duró 18 días. Algunos perfiles se reciclan y otros nuevos ocupan los cargos.
Pablo Arosemena deja la Gobernación de Guayas y asume el Ministerio de Economía y Finanzas, en lugar de Simón Cueva. Las críticas a este ministerio se centran principalmente en no otorgar los recursos para los servicios públicos; incluso Cabrera, en su mensaje de despedida que después borró, dijo que no pudo «trabajar sin recursos de Finanzas».
Arosemena ha sido criticado por su gestión como delegado del Presidente en Guayas, tuvo que asumir varios episodios de violencia en las cárceles y altos niveles de inseguridad en la provincia.
En la cartera de Transporte y Obras Públicas, Lasso optó por un perfil que ya formaba parte del gabinete en el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), Darío Herrera. Él reemplaza a Marcelo Cabrera y asume el reto de concretar la autopista que conecte Quito-Guayaquil y el tren multipropósito; además de mantener una agenda de diálogo con los transportistas.
En el Miduvi, en cambio, asciende Gabriela Aguilera, quien se desempeñaba como viceministra de Desarrollo Urbano y Vivienda. Asume el reto de entregar 200 mil viviendas en la ruralidad.
En la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt) también hay un ascenso, asume quien era subsecretaria General, Andrea Montalvo. Alejandro Ribadeneira no logró eliminar el examen de ingreso a las universidades; únicamente cambió el nombre y parte de la metodología.
También se posesionó oficialmente a Alfredo Ortega Maldonado, como representante principal del Presidente de la República para presidir el Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, nombramiento que ya se publicó previamente mediante decreto.