El gobierno nacional invertirá 70 millones de dólares para la reapertura de un primer grupo de 1.000 escuelas comunitarias identificadas en el país y que fueron cerradas por el gobierno anterior.
Este jueves 8 de febrero se reabrirá la primera escuela en la parroquia Chunchide la provincia de Chimborazo. Esto marca el inicio de un proceso con el que el gobierno intenta reabrir mil instituciones este año y otras mil en 2020.
Todo dependerá de una evaluación previa de cada institución según comentó Ericka Lainez, subsecretaria de Educación. “Se va a empezar la reapertura en este periodo de Costa con aproximadamente 260 instituciones educativas que son las que serán consideradas, señaló.
La autoridad explicó que la zona 8 (Guayaquil) es un sector más urbano y ahí no tiene mucha problemática, pero dijo que la zona 5 (Los Ríos y Santa Elena) si es una zona bastante extensa que va a ser la parte más sensible donde se va a iniciar.
Según datos del Ministerio de Educación, en el anterior gobierno fueron cerradas 6.200 escuelas rurales. El plan de reapertura de las mismas beneficiará a 60.000 niños, para lo cual se requerirá una planta docente inicial de 1.500 educadores.
“Eso es un censo que se tiene que hacer in situ en cada uno de los sectores para, en base a ese análisis, determinar la cantidad de docentes, el rubro a asignarse y también será una colaboración que se dará con la comunidad que está acorde en poder ayudar”, señaló Lainez.
Hugo Venegas, miembro del colectivo Contrato Social por la Educación, levantó su crítica sobre el impacto que las denominadas «Unidades Educativas del Milenio» han causado en el desarrollo de las comunidades rurales.
“Las escuelas del milenio cubren solo el 3.6% de la oferta educativa del sector rural. No es un modelo que se ha consolidado ni desarrollado. Y según un estudio de Juan Ponce, rector de FLACSO en 2017, no hay un impacto positivo de las escuelas del milenio en acceso a matrícula ni logros académicos”, aseguró.
Considera que el modelo de «escuela moderna» planteado con estas infraestructuras no ha cubierto las expectativas de aprendizaje y ha dificultado el acceso de la población rural a la enseñanza. (I)