Una vez que Fiscalía evacuó todas las pruebas obtenidas durante la investigación de este caso, Tribunal de Garantías Penales de Tungurahua declaró culpable a Segundo L. como responsable del delito de violación, perpetrado contra su hijastra, de 12 años (a la fecha de los hechos) y lo sentenció a dieciséis años de privación de libertad.
En la audiencia de juzgamiento, la fiscal de Violencia de Género 2, Elizabeth Córdova, presentó pruebas contundentes contra el acusado, entre estas: la pericia psicológica practicada a la víctima, el informe de entorno social y el reconocimiento médico-legal-ginecológico, que determinó que la menor fue víctima del delito.
Además, relató que el hecho ocurrió en 2016, en Ambato. El hoy sentenciado la agredió sexualmente en varias ocasiones, mientras su madre se encontraba en su lugar de trabajo, hasta que cierto día, la progenitora observó a Segundo Edwin L. Q. cuando perpetraba el delito y lo denunció.
El responsable de la violación estuvo prófugo durante cuatro años. Incluso ocupaba el tercer lugar en la lista de más buscado de la provincia Tungurahua, hasta que fue detenido, el 5 de marzo de 2020, en Panamá, cuando intentaba pasar los controles migratorios. Su objetivo era llegar a Estados Unidos para evadir su responsabilidad penal.