“En los meses de la pandemia lo que más faltaban eran manos, en ese rato nos olvidamos de quienes éramos, teníamos que estar allí por los pacientes”. Fueron las palabras de Edison Moncayo, personal de limpieza del Centro de Salud 7 de Octubre, quien laboró durante los días más fuertes del Covid-19.
Moncayo antes de la pandemia realizaba a menudo tareas de limpieza en las instalaciones del centro de salud, pero cuando llegó la crisis sanitaria, esa labor se hizo mucho más importante.
Y es que, además de desinfectar los consultorios médicos y espacios públicos en los que el virus pudiera diseminarse, Moncayo era parte del equipo médico, colaborando en lo que podía.
“Cuando recién se inició esto, tuvimos el paciente número 1 de Covid-19, vino exclusivamente de Guayaquil, porque los hospitales, los seguros estaban llenos, entonces alguien por ahí le dijo ‘ándate a Quevedo’. Fue nuestro primer caso positivo, no lo vamos a dejar aislado, así que había que estar allí colaborando en todo, con el tanque de oxígeno, monitoreando si evolucionada”, dijo el hombre.
Debido a la gran cantidad de personas que visitaban este centro de salud que es uno de los más grandes de la ciudad, Moncayo colaboraba atendiendo, cargando equipos e informando todo lo realizado al Covid-19, una vez tuvo que arrimar el hombro a una señora y colocarla en una camilla porque se desmayó.
“Gracias a Dios, el primer paciente se recuperó y regresó a Guayaquil sano y salvo, es lo que más recuerdo”, expresó.
Dentro de su casa, tuvo que aprender muchas cosas, como lavar su ropa para que su familia no se infectara. Moncayo recomienda acatar las medidas de bioseguridad y buscar fuentes oficiales para no estar desinformados. (EHL)