La Comisión de Fiscalización de la Asamblea se convirtió en un campo de tensiones el 30 de septiembre de 2024, durante la presencia sorpresiva de la ministra del Interior, Mónica Palencia, en medio de su juicio político.
La sesión, convocada por la presidenta Pamela Aguirre, se tornó acalorada ante los reclamos del correísmo, que criticó la ausencia previa de la ministra, quien había enviado a su equipo jurídico.
El intercambio de palabras se intensificó entre Palencia y la legisladora del correísmo, Paola Cabezas, quien cuestionó la probidad de la ministra. En un momento tenso, Cabezas acusó a uno de los abogados del Ejecutivo de tener conflictos de interés, lo que llevó a un cruce de acusaciones.
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La situación se complicó aún más cuando se solicitó incluir el testimonio del exministro José Serrano, quien había anunciado el envío de una carta a Palencia con nombres de oficiales vinculados al crimen organizado.
A pesar de que la presidenta Aguirre confirmó que no había referencia al documento en el proceso, la falta de quórum provocó la suspensión de la sesión por parte del oficialismo, dejando a los legisladores del correísmo frustrados.
El enfrentamiento no terminó con la suspensión; tras la sesión, Cabezas lanzó una provocación a Palencia, sugiriendo que debería permitir la entrada de víctimas relacionadas con su gestión.
La ministra respondió enérgicamente, defendiendo su integridad y asegurando no tener «las manos manchadas de sangre».
Este episodio resalta las crecientes tensiones entre el correísmo y el Ejecutivo, en un contexto de juicio político que sigue capturando la atención del país. La presidenta Aguirre anunció que convocará nuevamente a los comisionados para continuar con el proceso más tarde.