¡Oigaaaaa! gritaba todos los días en las calles de Quevedo ‘Don Lorenzo’, para atraer a los que serían sus clientes, llamándolos para degusten de la comida rápida que preparaba. Los hotdogs que varias generaciones tuvieron la oportunidad de probar.
Lamentablemente, este popular llamado en la zona céntrica de la ciudad, ya no podrá ser escuchado. Lorenzo Bravo, un personaje icónico, falleció a los 91 años de edad.
¿Quién era Don Lorenzo?
Su nombre completo, Lorenzo Obdulio Bravo Jaramillo, nació en la ciudad de Macará, provincia de Loja un martes 1 de octubre del año 1929. A sus 31 años en 1960, llegó a la ciudad de Quevedo, donde años después se hico popular.
A sus 88 años fue entrevistado para una revista dominical, donde contó un poco de su vida, anécdotas y más. La idea de venir a esta ciudad de la provincia fluminense, fue de un amigo quien le propuso trabajar en una bananera.
«Me vine aquí a Quevedo, estaban las bananeras llenas, pasé 15 días a base de maduro, en el parque dormía yo, no tenía a nadie», contó mientras varias personas trataban de llamar su atención.
En un lugar desconocido, tuvo que encontrar la forma de subsistir, ganar dinero para llevar el alimento diario a su casa. Inició vendiendo naranjas y 3 años después empezó su popular negocio de venta de hotdog.
A pesar de sus problemas a la columna, sus ganas de trabajar nunca desmayaron. Con una carreta y unos banquitos, vendía sus perros calientes, sencillos, pero deliciosos, pan, chorizo, cebolla frita y dependiendo el gusto del cliente, mayonesa o salsa de tomate.
¿Cómo nació su popular llamado de atención?
«Ese grito lo inventé yo, queriendo aprender a gritar, primero decía ¡perro caliente!, pero no me gustó, así que dije bueno, voy a inventar otro y me quedé con el ¡Oigaaaaa!», dijo Lorenzo en aquel momento de la entrevista.
Lorenzo tuvo 4 hijos con Ana María Medina Romero: Eduardo, Raúl, Wilfrido y Patricia Bravo Medina. Wilfrido y Patricia fallecieron. Sus hijos le dieron 6 nietos, y a la vez ellos les dieron 7 bisnietos.
Al unirse con Ana María, ella tenía dos hijos de un anterior compromiso, Carlos y Rafael Medina, pero esto no fue impedimento para que don Lorenzo los amara como si fueran sus propios hijo. Su esposa falleció en el año 2001.
Los mensajes de condolencias a sus familiares, no se han hecho esperar en redes sociales.