Era el año 2.000 y Quevedo, la ciudad más comercial de la provincia de Los Ríos se convertía en el punto fundamental de circulación del transporte pesado y extrapesado a nivel nacional. En sus carreteras más de 30.000 mil vehículos de todo tipo transportaban un sinnúmero de productos, entre ellos, el banano.
En esa época asumía el Cabildo Marcos Cortés Villalba, quien vio la urgencia de descongestionar el tráfico y garantizar la vida de los ecuatorianos con una buena vía a la que llamó Anillo Vial. Pero no iba ser tan fácil.
El doctor Cortés nos recibió en su oficina con una camiseta polo color azul y gafas de sol, para contarnos el trasfondo de esta importante arteria vial, que hoy por hoy, por estar inconclusa, cobró la vida de una familia.
Tras varias gestiones y pedidos al Gobierno Nacional (de aquel entonces) para que se realizarán los estudios…
El 7 de mayo de 2002, el Ministerio de Finanzas decidió trasladarle la suma de un millón de dólares al Ministerio de Transportes y Obras Públicas para hacer todo el proceso y posterior obra.
Pero tuvieron que pasar unos años para que se firmara el contrato. “Cuando no se tiene el poder político a nivel nacional ni el apoyo nacional, las obras caminan de una forma lenta”, dijo Cortés.
El 26 de noviembre del 2005 se firmó un contrato con la empresa Hidrovo y Asociados, para la ejecución de los estudios de factibilidad, impactos ambientales e ingeniería definitivos para la construcción del anillo vial de Quevedo, tramo I. El cual tuvo un costo de 440 mil dólares y su construcción total era de 35 mil, en aquel entonces.
Se priorizó el tramo 2
Pese a que los estudios del tramo I ya estaban realizados, en el 2007, las autoridades de Gobierno decidieron priorizar el tramo 2, al considerarlo más importante para el flujo vehicular.
El ministro de Obras Públicas era Jorge Manuel Marún, exprefecto de Los Ríos y hubo un gran interés para que se ejecutara dicho tramo que consistía de 25 kilómetros.
“Pero el primer tramo (de 13 kilómetros) no se realizó, sino que el Ministerio consideró más prioritario el segundo tramo de 26 km, y dejaron la construcción de la primera fase para una segunda etapa”, dijo.
Según Cortés, faltaron gestiones de los alcaldes que lo reemplazaron e interés del propio del Gobierno Nacional para construir la fase pendiente, cuyos estudios ya existen, y reposan en la Cartera de Estado.
Para que se cumplieran los petitorios del anillo vial actual, los alcaldes, el gobernador de aquel entonces realizaron un paro nacional. Tras varios años de insistencias, hoy por hoy, se conoce la existencia del Anillo Vial de Quevedo. “Falta que se una la sociedad civil con las autoridades, con una visión de impulsar el progreso de la ciudad”, finalizó. (I)
Conoce más en el siguiente video: