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viernes, 22 noviembre, 2024

Fiebre del heno

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Qué es

Durante la primavera, el verano y el otoño el polen flota en el aire. Al respirar, el polen penetra en las fosas nasales, provocando que las personas alérgicas fabriquen unas sustancias química denominada histamina. Ésta causa estornudos, rinorrea, ojos enrojecidos y acuosos, picor, congestión o fiebre del heno. Esta última enfermedad, también denominada como rinitis alérgica estacional o polinosis, es una rinoconjuntivitis debida a la alergia al polen.




Causas

En sus inicios, la fiebre del heno se consideraba una patología muy extraña. Actualmente, es el trastorno inmunológico más frecuente en el ser humano, ya que alrededor de un 20 por ciento de la población presenta reacción a los pólenes, cerca de un 10 por ciento tiene además síntomas clínicos y alrededor de un 5 por ciento recibe tratamiento.

La polución puede contribuir al incremento de esta enfermedad ya que produce una inflamación de la mucosa nasal y facilita la absorción de los antígenos polínicos. Esto podría explicar por qué en el medio urbano la frecuencia de polinosis es el doble que en el medio rural a pesar de que en éste la exposición polínica es mucho mayor.

Síntomas

La rinitis alérgica presenta síntomas distintos a los de otros tipos de rinitis.

Una vez que han aparecido, éstos suelen persistir indefinidamente aunque la severidad de la enfermedad puede variar de un año a otro dependiendo de la cantidad de polen liberado y de la exposición del paciente a la estación polínica.

A partir de la quinta y sexta década de la vida, los pacientes pueden experimentar una lenta remisión de los síntomas.

  • Estornudos: Se pueden presentar en series de 20 o más seguidos. Éstos se pueden repetir, además, a lo largo de todo el día.
  • Picazón de la nariz: Puede ser muy intensa.
  • Rinorrea o secreción nasal acuosa: A veces resulta muy abundante.
  • Problemas en el sentido del olfato.
  • Tos, oídos taponados y dolor de garganta.
  • Dolor de cabeza, fatiga e irritabilidad.
  • Obstrucción nasal: En estos casos es habitual la báscula, es decir, obstrucción nasal que alterna de un orificio a otro.
  • Los ojos también se ven afectados de forma intensa: suelen enrojecerse, picar y lagrimear.

    Prevención

    Para evitar sufrir este tipo de alergias es importante que el paciente se mantenga alejado de las zonas donde pueda acumularse el polen al que es alérgico.

    Durante las estaciones con mayor proliferación del polen, se recomienda que los alérgicos se mantengan el mayor tiempo posible en espacios interiores donde haya aire acondicionado.

    Otro recurso es prestar atención al índice de polen cuando el paciente vaya a realizar actividades en el exterior y, si éste resulta demasiado elevado, se recomienda disminuir el tiempo al aire libre.




    Tipos

    Los tipos de reacciones alérgicas dependen de los índices de polen y moho que varían durante a lo largo del día:

    • Hierba (grama): Su pico más alto se encuentra durante la tarde y en las primeras horas de la noche.
    • Ambrosia: Durante el mediodía.
    • Moho: Los índices de algunos tipos de moho son más altos durante las tardes cálidas, secas y con vientos; otros tipos tienen sus picos más elevados por la mañana temprano en los periodos en los que los niveles de humedad incrementan y con lluvia.

    Diagnóstico

    Para diagnosticar la fiebre del heno el especialista examinará las fosas nasales para advertir si existe coloración pálida y brillante, además de secreción acuosa. Esto le llevará a concluir que el paciente padece rinitis alérgica.

    También podrá realizar un examen microscópico de las secreciones, además de una radiografía de los senos paranasales y una tomografía axial computarizada para poder confirmar una sinusitis, que muchas veces acompaña a la rinitis, y que debe tratarse al mismo tiempo.

    Tratamientos

    Los tratamientos habituales para combatir la fiebre del heno, según los especialistas, son los siguientes:

    Antihistamínicos

    Suelen ser comprimidos, soluciones orales o aerosoles nasales que no precisan de receta médica. En algunos casos pueden causar somnolencia.

    Corticosteroides nasales

    Son aerosoles nasales que se pueden adquirir sin receta médica. Se considera el tratamiento más efectivo. Para que su funcionamiento sea eficaz deben usarse de manera continuada en periodos no muy largos.

    Descongestionantes

    Además de combatir la rinitis, ayudan a descongestionar la nariz. Es un método para usar durante menos de tres días.

    Vacunas antialérgicas

    En los casos más graves suele ser el tratamiento más empleado. Se inyecta el polen que está causando la reacción alérgica, aumentando las dosis hasta controlar los síntomas. De esta forma, el cuerpo se adapta al polen hasta crear tolerancia y contrarrestarlo.

    Otros datos

    La fiebre del heno se produce por la exposición al polen del aire. Sin embargo, no todas las plantas polinizan a través del aire y por lo tanto, no todas causan las alergias. Así las plantas que no polinizan gracias a los insectos, como las gramíneas, el olivo o la Parietaria judaica son las causantes de estas afecciones.

    De hecho, los pólenes de las gramíneas (hierbas) son la causa más importante de la fiebre del heno en España y en casi todo el mundo. En segundo lugar se encuentra el polen del olivo en las zonas del sur, centro y este de la península. Sin embargo, el polen de la parietaria judaica se limita a la zona costera mediterránea.

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