Seis personas (cinco mayores de edad y un adolescente) fueron procesadas por la Fiscalía General del Estado por el delito de robo con muerte. La entidad abrió dos instrucciones fiscales por treinta días, según señaló en un comunicado.
Se trata de la balacera de la madrugada del 15 de septiembre de 2019, cuando los sospechosos asaltaron a los asistentes de la recepción de una boda, en la casa comunal del barrio La Inmaculada, en el sector de La Ecuatoriana, al sur de Quito.
Según uno de los asistentes a la boda –que rindió su versión en Fiscalía–, el grupo entró a la sala de recepciones y uno de ellos habría gritado “¡Quietos!”.
En el transcurso de este asalto, el ciudadano Rufino Heredia Heredia, de 50 años, tío de la novia, habría tratado de acercarse a los asaltantes y mediar, pero recibió dos disparos que le quitaron la vida: uno en la cabeza y otro en el dorso.
En tanto, el ciudadano venezolano Ricardo Patricio Betancourt Valverde, presuntamente del grupo de asaltantes, se cayó y fue linchado por los asistentes, con sillas, botellas, vasos y hasta mesas.
Ocho de los invitados a la boda resultaron con heridas de bala en sus extremidades superiores, inferiores, glúteos y estómago. Hasta el lunes 16 de septiembre, eran atendidos en diferentes casas de salud de Quito.
Por este caso hubo dos audiencias. La primera se llevó a cabo a las 10H00, del mismo lunes, en la Unidad Judicial del Sur (Quitumbe), ante la jueza Tania Molina González.
El fiscal de turno de Flagrancia, Arturo Gordillo, formuló cargos contra Luis Miguel L. P., venezolano de 26 años, y a los ecuatorianos José Yair A. P. (20), Pablo Luis V. A. (20), Wilmer Javier A. Ch. (23) y Jacinto C. S. (24). A todos se les dictó prisión preventiva y para las víctimas (siete personas que entregaron su versión a la Fiscalía) se dictaron medidas de protección (Art. 558 del COIP, numerales 1, 2, 3 y 4).
Los sujetos se opusieron a la prisión preventiva, a través de sus defensoras públicas, María Taco Pachacama (por Luis Miguel L. P.) y Jennifer Velásquez (por los otros cuatro).
El ciudadano extranjero afirmó que acudió hasta el hospital por atención médica, porque trataron de asaltarlo y, por evitarlo, se cortó la mano. Pero en esa casa de salud del sur de la ciudad estaban algunas de las personas que asistieron a la boda, a la espera de noticias médicas de sus familiares heridos, y reconocieron a Luis Miguel L. P., como uno de los participantes y responsables del asalto. Alertaron a la Policía y fue aprehendido en ese hospital.
Los otros cuatro fueron aprehendidos en el allanamiento a un inmueble en Guamaní, en el sur de la ciudad. Hasta ese lugar, las autoridades llegaron al observar los videos de seguridad de una institución educativa, en el que se identificaron las placas del taxi en el que escaparon, según versiones de los afectados y referencias de los habitantes del sector que los habrían visto merodear la fiesta, tanto en una moto (Ricardo Betancourt (+) y Luis Miguel L. P.), como en un taxi (los demás).
Los cuatro ciudadanos ahora procesados habrían tratado de deshacerse de los indicios, arrojándolos a los tejados y habrían pretendido fugarse del lugar: Wilmer Javier A. Ch. y Jacinto C. S. lanzaron una bolsa negra con dos pistolas en su interior; Pablo Luis A. V. habría echado una funda con veintinueve teléfonos celulares; y José Yair A. P., otra funda con una pistola dentro.
La segunda audiencia de calificación de flagrancia y formulación de cargos por el delito de robo con muerte se instaló a las 14H00, en la Unidad Judicial de Violencia No.1 y Justicia Juvenil, en Quito. Al sexto procesado, el adolescente W. J. B. Q., de 17 años, se le ordenó arresto domiciliario y prohibición de salida del país.
El adolescente fue aprehendido la tarde del domingo 15 de septiembre en Guamaní Alto. Conducía el auto de color plomo (taxi pirata), del cual los asistentes a la boda, ahora testigos, dieron referencias como las características y la placa. Al respecto, el menor de edad dijo: “solo hice una carrera”.
Fuente: Ecuavisa