BABAHOYO. Cuando los agentes de tránsito municipales están en la subida del puente hacia Barreiro, a los motorizados se les complica cumplir con los fletes que piden sus clientes. Ellos no son más que simples conductores en las calles, son un grupo de trabajadores que luchan día a día para llevar el sustento a sus hogares.
Cerca de 65 motorizados son los que trabajan en La Chorrera, El Salto, Barreiro y otros ingresos a zonas rurales de Babahoyo.
Darío Morocho presidente de la organización de «Fleteros» lleva aproximadamente 2 años laborando como motorizado asegura que hay días buenos y días malos.
“Yo me levanto desde las 6h00 a trabajar para poder llevar el alimento a casa, a veces hasta unos 8 dólares en días malos, pero igual se saca para la comida por lo menos», refirió.
Para él, esa es su única fuente de ingreso ya que a pesar de ser profesional no cuenta con un buen trabajo. El se graduó en la Universidad Técnica de Babahoyo, en la carrera de Comercio pero no ha encontrado un empleo.
Ellos se organizan por turnos de acuerdo a cada llegada, pero a veces tienen inconvenientes en cuanto a los clientes, ellos trabajan de una manera muy organizada.
“Trabajamos por turno y así mismo respetamos el turno de quien le toca, aunque a veces hay problemas porque los clientes desean irse con los que le generan más confianza o son amigos», señaló Cristhian Olmedo, fletero.
Los motorizados no tienen permitido laborar en el centro de la ciudad. Sin embargo ellos rompen las reglas porque deben llegar donde el cliente les pide.
“Los ATM no nos dejan ingresar porque es un trabajo ilegal y tenemos que “rebuscarnos” cómo llevar al cliente”, expresó un fletero que prefirió omitir su identidad.
Ante la situación delincuencial Josué Garcés prefirió no entrar en detalles, por el peligro que se corre en las calles. «Mientras yo ande derecho, no puedo opinar nada sobre el tema ya que el único dispone es Dios», puntualizó.