Nació en Quevedo, proviene de una familia con tradición política y agrícola. Desde muy joven ha estado vinculada al mundo de la política. Hoy, es una joven comprometida con la justicia social, el bienestar de la provincia de Los Ríos.
Con una formación académica sólida, Gitta es abogada y posee una maestría en Derecho Constitucional por la Universidad Andina. Actualmente, está cursando un doctorado en Derecho en la Universidad Mar del Plata en Argentina. Además, dirige una fundación sin fines de lucro.
Su camino en la política comenzó a los 12 años, influenciada por su padre, Walter Andrade, quien le brindó sabios consejos sobre su carrera.
Según Gitta, fue él quien le enseñó la importancia de formarse bien antes de lanzarse a la arena política: «Primero gradúate y hazte conocer», le dijo, algo que la joven ha tomado como principio a lo largo de su trayectoria.
Para Gitta, la falta de oportunidades es el principal factor que origina la desigualdad y la injusticia social. «El pobre no es pobre porque quiere», afirma con convicción, destacando su ideología de izquierda como motor para trabajar por una sociedad más equitativa.
Esta fue visión precisamente lo que la llevó a aceptar la propuesta de ser la candidata alterna de Humberto Alvarado, pues se siente capacitada y con la energía necesaria para contribuir al desarrollo de Los Ríos.
Desafíos legales y sociales
Como abogada, Gitta se ha sentido frustrada al observar la desconexión entre la Constitución del Ecuador, que considera una de las mejores del mundo, y la realidad social que viven los ciudadanos.
«La Constitución reconoce derechos fundamentales, incluidos los de la naturaleza, pero según Andrade, aún existen vacíos legales y falta de cumplimiento en muchos aspectos», dice Andrade.
Uno de los temas que más le preocupa es la salud mental, un área que considera insuficientemente abordada en la legislación ecuatoriana. A su juicio, el Código Orgánico Integral Penal (COIP) necesita reformas, no solo en lo relativo a las penas para menores infractores, sino también en cuanto a cómo se aborda la salud mental de los ciudadanos. «Si la mente no funciona, no funciona nada», enfatiza Gitta, subrayando que la salud mental debe ser una prioridad en la legislación.
Además, Gitta cree que la educación, especialmente en áreas periféricas, es un aspecto fundamental que requiere atención urgente.
Durante sus recorridos por la provincia, ha observado un alto número de embarazos adolescentes, lo que dice evidencia una falta de educación sexual en sectores vulnerables. Para ella, es crucial impulsar la educación sexual integral y promover programas dirigidos a estos sectores con la colaboración de las carteras del Estado.
Realidad social
Gitta Andrade se considera una firme defensora de las reformas que responden a las necesidades actuales de la sociedad. La realidad que se vive en las calles, la creciente inseguridad y la crisis de la democracia son temas que le preocupan profundamente.
En sus declaraciones, Gitta señala que el país enfrenta una justicia parcializada y un Consejo de Participación Ciudadana que no es imparcial, lo que, según ella, amenaza los cimientos democráticos del Ecuador.
Desde la RC, la propuesta de Gitta incluye un ambicioso plan de seguridad, con la incorporación de 5.000 policías por año, y un constante cambio de motocicletas y camionetas para las fuerzas de seguridad.
Además, destaca el programa Impulsa , orientado a promover el empleo juvenil y apoyar a las mujeres solteras con un microcrédito de hasta 25.000 dólares. También resalta el plan Miti-Miti, enfocado en el bienestar de los jóvenes, como parte de su compromiso por ofrecer soluciones concretas a los problemas sociales del país.
Para Gitta Andrade, la política no se reduce a estar en una papeleta electoral, sino que es una lucha constante por los derechos de los ciudadanos y por una sociedad más justa y equitativa.