Muchos delitos relacionados con la pesca ilegal están vinculados con crímenes graves como la trata de personas o el contrabando de drogas y explosivos, informó este miércoles Interpol al anunciar los resultados de una operación internacional.
Durante la operación Ikatere, realizada entre junio y octubre de 2021 en 34 países, se realizaron más de 1.700 inspecciones en las que se incautaron cerca de una tonelada de productos ilícitos que abarcaban desde especies protegidas, a explosivos y drogas, señaló Interpol en un comunicado.
Hasta el momento, 40 personas han sido detenidas mientras que otras investigaciones sobre estas irregularidades continúan su curso.
Interpol atribuye el crecimiento de estos delitos pesqueros al agotamiento de recursos marinos vivos. El uso de explosivos como método ilegal de pesca está creciendo a causa del “agotamiento progresivo de las poblaciones de peces, que empuja a los buques a mantener las capturas a cualquier precio”, apunta Ilana De Wild, directora de Crimen Organizado y Emergente de Interpol.
«Se ha descubierto que los fabricantes de las bombas usadas en algunos ataques terroristas cometidos en los últimos años también proporcionan explosivos a la industria pesquera ilegal», añade.
Los delincuentes utilizan pesqueros para traficar con drogas y personas porque sus patrones de navegación “nómada” y los largos períodos en el mar facilitan que estos buques se mezclen en el mar sin sospechas, explica Interpol.