El ultraderechista Jair Bolsonaro ganó la Presidencia de Brasil al obtener el 55,42% frente al izquierdista Fernando Haddad que alcanzó el 44,58%, en la segunda vuelta de las elecciones realizadas este domingo 28 de octubre, según datos del Tribunal Supremo Electoral.
Estos resultados de la segunda vuelta son con el 97,53 por ciento de los votos escrutadas. La campaña electoral ha sido una de las más polarizadas en la historia contemporánea de Brasil por el enfrentamiento de dos modelos políticos opuestos.
Fernando Haddad (PT) con el progresismo y inversión social como bandera, mientras que el flamante Presidente de Brasil es un ferviente defensor de la dictadura (1964-85) y admirador declarado de uno de los principales torturadores de aquel régimen. Bolsonaro, quien lidera el Partido Social Liberal, representa el regreso del país a la extrema derecha después del fin de la dictadura en 1985.
Aunque se declara nacionalista, las propuestas de Bolsonaro apuntan a una política económica entreguista al sector privado. Bolsonaro tomaría posesión de la presidencia el 1 de enero de 2019 para el período comprendido hasta enero de 2023.
Haddad con la bandera del progresismo y Bolsonaro con elogios a la dictadura de 1964, que dejó al menos 421 muertos reconocidos, constituyen la elección entre dos modelos políticos y económicos opuestos. La campaña electoral ha estado enmarcada en la distribución de fake news contra Haddad en redes sociales, por parte del equipo de Bolsonaro.
El proceso electoral ha sido cuestionado por el efecto que las noticias falsas puedan ocasionar. Bolsonaro, un excapitán del Ejército, de 63 años, logró capitalizar la decepción y la rabia de una población golpeada por años de recesión y estancamiento y hastiada de los escándalos de corrupción.
En la primera vuelta, Bolsonaro obtuvo 46% de los votos, frente a 29% para Haddad, quien acortó distancias en la última semana, después que Bolsonaro amenazara a sus adversarios de izquierda: «O se marchan o van a la cárcel. Esos marginales rojos serán desterrados de nuestra patria», proclamó.
En el local donde Bolsonaro votó, en el oeste de Rio, los soldados cachearon a los electores y revisaron las inmediaciones con espejos y detectores de metales, mientras sus simpatizantes lo esperaban con banderas de Brasil anudadas en la espalda.
Bolsonaero, quien estuvo a punto de morir el 6 de septiembre pasado cuando un fanático militante le asestó una puñalada en el abdomen, se distinguió por sus declaraciones misóginas, racistas y homófobas.
Su convalecencia lo privó de actos públicos, aunque mantuvo una activa presencia en las redes sociales, su arma favorita. Asimismo, ganó popularidad con las promesas de liberalizar el porte de armas para combatir una inseguridad galopante y de librar una guerra sin cuartel contra la corrupción.
Por otra parte, no asistió a ninguno de los debates presidenciales y su campaña se enfocó en el desprestigio de Haddad en redes sociales. Esta ola de fake news ha generado dudas sobre la claridad del proceso electoral. (I)