El concejal Jimmy Aguirre ha destapado una olla de grillos al revelar las presuntas verdaderas razones detrás de las recientes protestas en el Cuerpo de Bomberos de Quevedo.
Según Aguirre, el principal problema radica en la implementación de un sistema de control de asistencia mediante reloj biométrico, el cual ha puesto al descubierto una serie de irregularidades y abusos por parte de algunos funcionarios.
«Ese es el verdadero dolor de barriga«, afirmó el concejal, refiriéndose a la resistencia de algunos bomberos a cumplir con sus horarios y responsabilidades.
Como ejemplo, mencionó el caso de una funcionaria que ahora está con permiso de lactancia que, llegaba a firmar el registro de asistencia y se retiraba inmediatamente, incluso teniendo tiempo para desempeñar otro empleo.
Aguirre destacó que el sistema biométrico ha permitido detectar otras irregularidades, como el control del consumo de alimentos. «Antes firmaban y se iban a seguir durmiendo, no todos, porque si hay buenos elementos en la institución», aseguró.
El concejal también señaló que los problemas del cuerpo de bomberos no son nuevos y se remontan a la gestión anterior.
Según Aguirre, algunos de los bomberos que protestan son los mismos que se beneficiaban de prácticas irregulares en el pasado, como venta de agua, adquisión de malos respuestos para los vehículos de la entidad y el caso de un mecánico que cobra un sueldo elevado (1200) sin justificarlo y que según él, no realiza sus labores de manera adecuada.
«El problema no es de ahora sino desde que salió el exjefe Martines y se niegan a sumarse al equipo de Humberto Gavilanez para sacar la institución adelante», afirmó Aguirre.