El abogado, político y poeta ecuatoriano, José Joaquín de Olmedo, es el nuevo personaje histórico cuya vida y obras serán promocionadas durante los próximos dos meses, esto como parte de la iniciativa ‘Personajes Emblemáticos del Ecuador’ impulsada por los ministerios de Educación y el de Cultura y Patrimonio.
El ministro de Cultura y Patrimonio, Raúl Pérez, recordó que la propuesta, que se ejecuta desde julio, busca promover el pensamiento y acciones de figuras de la historia ecuatoriana en el sistema educativo, en las instituciones públicas y otros espacios.
Resaltó que recuperar el legado de ecuatorianos ilustres, cuya vida se constituye un referente de transparencia, trabajo y patriotismo, es oportuna en la actual coyuntura política en que las manchas causadas por la corrupción deben ser superadas con valores. “Esta campaña reafirmará nuestro compromiso con el Ecuador y estimulará a que todos los ecuatorianos reconozcan los valores profundos de nuestra historia y cultura”, acotó.
De su parte el viceministro de Educación, Álvaro Sáenz, después de narrar la vida y obra de Olmedo, destacó que hablar de este personaje es evocar a un ciudadano cuyo compromiso siempre tuvo como meta el progreso del país y el libre ejercicio de sus derechos.
José Joaquín de Olmedo nació en Guayaquil, el de 19 de marzo de 1780. La influencia del abogado, político y poeta ecuatoriano se hizo notable en la época independentista, durante la integración de la Gran Colombia y en los inicios republicanos de Ecuador. Se destacó como orador en las Cortes de Cádiz, donde pronunció su famoso discurso “Sobre la supresión de las Mitas”, con lo que logró que se aboliera esa institución; e inició, junto a otros partidarios de las ideas emancipadoras, la independencia de Guayaquil que se concretó el 9 de octubre de 1820.
Tras la creación del Estado de Ecuador, en 1830, durante la primera presidencia de Juan José Flores, Olmedo fue el primer vicepresidente del país. Sin embargo, tras 15 años de dominación floreana, Olmedo junto a Vicente Ramón Roca y Diego Noboa, lideraron la Revolución Marcista que inició el 6 de marzo de 1845 y concluyó con la rendición de Flores, tras lo cual Olmedo fue nombrado presidente del triunvirato junto con Roca y Noboa, triunvirato que duró hasta la elección de Roca como Presidente del Ecuador. En lo posterior, este personaje nacional siguió ocupando cargos en el Gobierno hasta su fallecimiento en 1847.
Entre sus obras literarias destacan: A la muerte de mi hermana, Al árbol, La muerte de la Princesa de Asturias, Para un Niño, Indiana, La victoria de Junín o Canto a Bolívar y Oda al General Flores, vencedor de Miñarica; considerado el gran clásico de la epopeya hispanoamericana. HP/El Ciudadano