Desde hace cuatro años María Teresa Guerrero, más conocida como la Flaca Guerrero, vive en EEUU, tras su renuncia a Ecuavisa como presentadora de televisión y luego de casarse con Daniel Glick.
Mientras entrena en bicicleta y juega con sus perritos, Nilos y Pinchi, ella nos cuenta, desde su residencia en Washington, sobre el manejo de este gran cambio, a propósito de que se fue de Ecuador a hacer una nueva vida a una ciudad nueva.
Además, comparte sus proyectos y su rutina fitness ya que se considera una deportista de élite. Recalca que hace ejercicio no para estar delgada sino para plantearse objetivos competitivos y mantenerse saludable.
Empezaste una nueva vida fuera del país pero ¿qué es lo que
más extrañas de Ecuador?
Sin duda alguna lo que más extraño de mi país es la comida. Yo soy muy
comelona, amo comer y me imagino que es por todo el deporte que hago, ya que
siempre tengo hambre. Los gringos tienen mil restaurantes pero la sazón
ecuatoriana es única. Yo no he encontrado eso aquí y sí sufro en ese aspecto.
¿Cuáles son tus proyectos en esta etapa?
Estoy enfocada en mi línea de ropa TSX. Me siento muy bendecida de que Ingesa
me haya tomado en cuenta para sacar mi línea de ropa TSX Flaca Guerrero y es
increíble, a través de este proyecto, motivar a las mujeres para que hagan
deporte, caminar, ir al gimnasio, moverse… porque yo soy una deportista real.
Yo no hago deporte simplemente por estar flaca o por moda. Lo mío es un estilo
de vida y me encanta inculcar un poquito de lo que a mí me hace feliz a las
mujeres de mi país.
¿Cómo manejaste el cambio, a propósito de que te fuiste de
Ecuador a hacer una nueva vida?
Hace seis años me atropelló un carro en Ecuador y a raíz de eso yo ya venía
planteándome la idea de tener un cambio de vida.
Cuando te das cuenta de que puedes morir en cualquier momento comienzas a
enfocarte en otras cosas y a priorizar lo que es importante en la vida, para mí
es ser feliz y seguir mi pasión que es el deporte. Ya no me importaba ganar
tanto dinero que me daba la televisión, sino centrarme en las cosas que me
hacen feliz y ese cambio fue precisamente eso, dedicarme al deporte.
Tuve mucho miedo al inicio porque pensaba en que dejaba 16 años de carrera en Ecuavisa, pero cuando haces las cosas con pasión todo fluye y funciona.
Evidentemente, gano menos que cuando estaba en la TV, pero soy cuatro veces más feliz y ahora puedo decirte que a futuro es mi calidad de vida lo que estoy nutriendo.
Desde allá lograste dar vida a tu emprendimiento con tu
marca de ropa. ¿En qué te inspiraste?
Ingesa se contactó con mi manager, Pablo Villacís, con quien tengo una conexión
espectacular hablando de trabajo y sacaron mi línea de ropa deportiva por la
que yo gano y felizmente me está yendo bien.
Pablo me dijo que aproveche mi imagen por ser una ecuatoriana destacada en las competencias deportivas como es el Ironman 70.3. Sin duda, la gente se inspira y te sigue en las redes, que es mi nexo con todos mis seguidores. Entonces aproveché y les ofrecí esta línea de ropa súper cómoda y yo la uso todos los días para mis actividades.
No tiene costuras que te raspan la piel y además tiene el
sistema Dry Fit que es para que no huela mal la ropa con el sudor.
Estoy enfocada y siempre pensando en qué más puedo hacer para que se venda. Me
alegra saber que ya estamos en todos los centros comerciales del país.
En tus redes muestras a tu bicicleta como aliada en el mundo
fitness, ¿cuál es tu rutina diaria?
Tengo el auspicio maravilloso de Felt Bicycles y gracias a ellos tengo todas mi
bicicletas de esa marca. Tengo tres bicis: una de triatlón, una de ruta y otra
de montaña.
Para mi entrenamiento hago lo que me manda el couch dependiendo del objetivo
que quiera alcanzar. En este año cumplo cuatro competencias en el Ironman 70.3
y cumpliré el sexto a fin de año. Entonces dependiendo de estos objetivos es mi
entrenamiento, pero generalmente en las mañanas hago natación y en las tardes
hago bicicleta, trote o algo de gimnasio para aguantar lo que se hace en un
triatlón.
¿Qué tiempo le dedicas al deporte y cómo te hace sentir?
Es realmente bastante. Cada día invierto dos horas para dedicarme al tema de mi
línea de ropa junto con mi manager pero luego es 100 % a mis actividades
físicas. Como te digo, esto es pasión, no es un trabajo y yo lo disfruto.
Hay días que me siento cansada o con pereza, pero me acuerdo de mis objetivos y me impulsan a mantener mi rutina deportiva.
Y en este proceso, ¿cómo es tu alimentación?
Yo como bastante. Trato de ingerir muchos carbohidratos en las noches para
levantarme con fuerza a entrenar (aunque parezca mentira) porque a veces no
puedo desayunar, pero estas reservas me ayudan a resistir en los
entrenamientos. Como mucho arroz, mucha papa.
No consumo nada procesado ni tomo ninguna bebida endulzante, me gusta que todo sea natural. Trato de ser lo más vegana posible, porque amo a los animales con todo mi corazón aunque se me hace difícil porque me gustan los huevos, y no soy amante de la carne. Eso sí, comer sano es parte de mi día a día.
A propósito del amor por los animales, tus perros son
tendencia en redes. Cuéntanos un poco.
Nilos y Pinchi son como mis hijos. A Pinchi lo saqué de la basura en Ecuador.
Lo habían tirado a la calle con su mamá muerta y lo recogí junto a otros
perritos para darlos en adopción en diferentes hogares. Ahora viven como reyes.
Nilos es de África porque vivió allá con mi esposo. Ellos dos se quieren mucho
y están pegados como chicle todo el día. Mis perritos viven el sueño americano
y saben responder cuando les hablo en inglés (sonríe).
Va a ser muy fuerte para Pinchi cuando Nilos tenga que partir porque es mayor, pero así es la ley de la vida.
¿Qué recomiendas a las mujeres que no logran salir de su
vida sedentaria?
Yo les digo que busquen el deporte que les favorezca porque todos tenemos
aspiraciones diferentes. Por ejemplo, a mí me gusta el triatlón, pero a ti te
puede gustar caminar y es excelente mientras tengas los zapatos adecuados.
¡Si te gusta bailar, baila! O si te gusta saltar cuerda o hacer crossfit, hazlo. Pero no dejes de moverte porque el cuerpo necesita eliminar toxinas, y el deporte es una buena forma para hacer amigos. He visto en los parques que hay grupos de diferentes actividades a las que puedes unirte si no quieres entrenar sola. Mis mejores amigos me los ha dado el deporte.
Por otro lado, ¿cómo te va en tu faceta de esposa?
Tengo un matrimonio muy lindo y me siento bendecida junto a Dani porque me
apoya en todo lo que hago y sobre todo me deja ser.
Nunca ha cuestionado mis decisiones y siempre está alentando. Es un deportista
y eso para mi es un plus porque trabaja en un departamento de Estado, pero es
un corredor de larga distancia y se está preparando para correr 84 kilómetros
en Washington. Él entrena en las noches cuando llega del trabajo y los fines de
semana lo hacemos juntos.
Él está igual de loco como yo porque quien comparte tu pasión entiende tu locura.
Sobre sus pensamientos y sueños
¿Está en tus planes de vida tener hijos?
Cuando recién me casé lo pensamos, pero los dos estamos en el mismo barco y la
verdad, hoy por hoy, nos da pereza. Todas las mujeres tenemos aspiraciones
diferentes y por mi parte no tengo en mente ser mamá.
Siempre dije si quedo embarazada bien y sino, también. Aún me cuido y siento que mi edad tampoco es apropiada, pero eso no me hace menos mujer ni egoísta, simplemente es una decisión personal y al que no le parezca pues que deje de seguirme.
Felizmente, mi esposo me apoya y por eso te digo que juntos estamos en el mismo barco.
¿Cuál es tu siguiente sueño por alcanzar?
Siempre yo digo que lo primero que hay que pedir es salud y es algo que yo le
pido siempre a Dios, como buena creyente, cada mañana y cada noche.
Dentro de las aspiraciones deportivas me gustaría ir a Kona, en Hawái, este es
el sueño de todo triatleta y me encantaría clasificar para ese mundial del Full
Ironman. Quiero hacerlo en la competencia de distancia full.
¿Volverás a Ecuador?
Siempre estoy conectada con mi país. Voy unas cinco veces al año por trabajo.
En octubre estaré allá por mi marca de ropa, volveré en diciembre y el próximo
año estaré una vez por cada mes.
No está en mis planes regresar a vivir porque yo no puedo dejar a mi esposo que hoy trabaja acá en EE.UU., pero mañana no sé adónde vayamos porque él es diplomático y cada tres años tiene que moverse, pero por el momento yo voy adonde él vaya. Si él se tiene que ir a Tangamandapio, pues yo me voy con él.
Fuente: Nueva Mujer