NACIONAL. La inspiradora historia del ecuatoriano David Arboleda nos enseña que los sueños se cumplen con disciplina, perseverancia y esfuerzo. Desde las calles de Ambato hasta convertirse en el piloto del avión más grande del mundo en Dubái, Arboleda superó todos los obstáculos y fue escalando hasta obtener éxito.
Nacido en Ambato, a los 7 años se fue a vivir a Latacunga, provincia de Cotopaxi, y desde entonces comenzó a fantasear con la idea de ser piloto. Hoy, con 34 años, en Dubái, pilotea el avión de pasajeros más grande del mundo en la aerolínea Emirates. La revista Forbes Ecuador lo entrevistó y él contó cómo fue esa travesía.
Nacido en 1989 en Ambato, a sus 7 años se mudó junto con sus padres a Latacunga, donde pasó toda su infancia y época escolar. Al graduarse, ya tenía claro lo que quería ser: ingresar a una escuela de formación de pilotos. Así fue como logró entrar en la empresa Ícaro Air para comenzar sus primeras prácticas.
En 2009, al egresar de la escuela de formación, Arboleda decidió que debía viajar a Florida, Estados Unidos, e hizo todos los esfuerzos para seguir entrenando y aprender a pilotear aviones más grandes. Desde entonces, tenía claro su objetivo: quería pilotar una de las aerolíneas más importantes y grandes del mundo, el Airbus A380, que puede llevar cerca de 480 pasajeros. Trazó esa meta y trabajó para alcanzarla.
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Después de tres años perfeccionándose en Estados Unidos, regresó a Ecuador, donde trabajó en aviones privados. En 2015, Arboleda fue contratado por TAME Ecuador, donde estuvo al mando de los aviones A320. Tras dos años de trabajo, decidió postularse para el exterior, principalmente a Emirates; sin embargo, fue rechazado, ya que se requería más experiencia y tiempo de vuelo. Continuó postulando a otras aerolíneas más pequeñas, pero igualmente del exterior.
En 2017, le llegó la oportunidad de unirse a Jazeera Airways, aerolínea low cost con base en Kuwait. En esta empresa del país petrolero, siguió al mando de los aviones A320, con rutas a otros países de Oriente Medio.
Se casó con su novia para irse a vivir juntos y firmar el contrato. Él contó a Forbes Ecuador que: “Prácticamente el mismo día en que llegamos a Quito, nos casamos”, dijo David Arboleda, quien también habla cinco idiomas: español, inglés, francés, italiano y árabe.
En 2019 volvió a postularse y después de un proceso riguroso y extenso, logró ingresar a la empresa y volar el Airbus 380, el avión de pasajeros más grande del mundo. Para entonces, tenía 29 años.
Después de unos meses, comenzó la pandemia y fue desvinculado de la empresa, pero no se rindió. Se quedó en el país y comenzó un negocio de importaciones que se dedica a llevar productos de Ecuador y distribuirlos en Dubái y en los Emiratos Árabes. Algunos productos están en supermercados y tiendas pequeñas, que los adquieren a través de Amazon. La empresa fue creada durante la pandemia, pero sigue existiendo y funcionando hasta hoy como un “side job”.
En 2021 volvió a la aerolínea. Hoy, David Arboleda, con 34 años, sigue en el mismo puesto de piloto, y su salario anual bordea los US$ 200.000 en 2023. A esto se le puede sumar lo que factura con su emprendimiento: US$ 40.000. Uno de sus próximos proyectos es poder realizar el curso de ascenso a capitán. Luego de eso, Arboleda sueña con que “me encantaría entrar en el tema de entrenamiento porque siempre ha sido algo que me ha gustado, sobre todo ayudar a los nuevos pilotos que ingresan y ayudarles a avanzar y a seguir en esta carrera”, dijo a Forbes Ecuador.
Arboleda dice que echa de menos los cielos de Ecuador, “el aire puro ecuatoriano, las montañas, ver los nevados y los volcanes”. Aconseja a los jóvenes que quieran seguir sus sueños, especialmente el de convertirse en pilotos, que sean perseverantes, “esta es una profesión de resistencia, no de velocidad”.