En el 2018, según datos de la Cámara Ecuatoriana del Libro, se publicaron 5 253 libros. De ellos solo tres, un 0,05% de la producción total, fueron escritos en lenguas nativas: achuar (500 ejemplares), shuar (1 000 ejemplares) y kichwa (1 000 ejemplares). La escasa publicación de libros en lenguas nativas, que ha sido una constante durante los últimos tres años, contrasta con el interés que, en el mismo periodo, han tenido varios académicos por la publicación de libros sobre las lenguas nativas o sobre el bilingüismo. Una de esas publicaciones es ‘Invisibilización del kichwa: Políticas lingüísticas en Ecuador’ del catedrático de la Universidad Andina Ariruma Kowii, un libro en el que indaga sobre cuál ha sido la visión y cómo han sido aplicadas las políticas lingüísticas en relación al kichwa, desde la Colonia hasta la actualidad. A criterio de Kowii, el sistema colonial fomentó una ideología que enseñó a la sociedad a despreciar las lenguas indígenas. “Por esta razón -dice- el sistema educativo en sus diferentes niveles de formación no incluye en sus programas la enseñanza de las lenguas indígenas”. Lenguas que en el país suman 14; de ellas ocho están en peligro de extinción. Para contrarrestar la invisivilización de la que habla Kowii, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decretó el 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas. Una designación que, a criterio de Milagros Aguirre, editora general de la editorial Abya Yala, debería ser aprovechada en el país, para pensar en la creación del decenio de las lenguas indígenas.
Aguirre añade que otra de las razones para la escasa publicación de libros en lenguas nativas es que estas son más orales que escritas. “A esto se suma el hecho de que la educación es cada vez más homogénea. A la editorial llegan muy pocos textos en lenguas nativas. Por eso este año estamos con un proyecto de reedición de diccionarios bilingües”. Omar Vacas, docente e investigador de la Universidad Católica del Ecuador, es uno de los científicos ecuatorianos que más ha trabajado en publicaciones bilingües. Para él, la producción de libros en lenguas nativas en el ámbito académico se ha orientado más a la educación primaria. En 2012, Vacas y un grupo de investigadores publicaron la primera edición de un diccionario bilingüe kichwa español sobre el uso de las plantas medicinales en Ecuador. “Existen -cuenta- varios diccionarios con entradas lexicales en general pero no con entradas lexicales que tomen en cuenta esta temática”. Dentro de un ámbito más cultural existen iniciativas para publicar libros en lenguas nativas como la de Lucía Lema, quien promueve la poesía de escritores de distintas nacionalidades indígenas; las publicaciones de Carlos Alvarado, director del grupo los Chaguamangos; y las publicaciones que se están generando desde Inmaki editorial. Aguirre cuenta que como parte de la promoción del Año Internacional de las Lenguas Indígenas, Abya Yala está trabajando en la publicación de un libro de cuentos de origen zápara de Manari Ushigua. A este libro se sumará una investigación de Alexis Oviedo sobre la educación intercultural bilingüe, que será presentado la próxima semana. En medio de este panorama, Kowii sostiene que se debería crear de un fondo de becas para generar estancias de creación literaria y científica. Cree que de esta forma, los investigadores se interesarían más por escribir en lenguas nativas y en trabajar publicacIones que sean bilingues