QUEVEDO. Es que a lo largo de Quevedo se tiene mucho que contar, si iniciamos por sus zonas rurales que son las parroquias San Carlos y La Esperanza con sus respectivos recintos. Ahí se vive muy de cerca con la agricultura, ganadería, producción de palma africana, bananeras, cacao, soya, maíz, entre otros.
San Carlos
La parroquia San Carlos está a poco más de diez minutos de Quevedo, cuenta con 22 mil habitantes, y produce cacao de ciclo corto, maíz, soya y palma africana.
Tiene recintos, entre los que destacan: Faita, Montoya, la Sucre, el Toquillal, La Marina, Bella Sombra, La Piragua, entre otros.
Desde el 28, 29, 30 y 31 de junio hasta el 2 de julio se celebran las fiestas cívicas; mientras que, el 30 y 31 de agosto celebran a sus patronos Santa Rosa y San Ramón.
Ganadería en la curva
En el kilómetro 4 1⁄2, de la vía a San Carlos, antes de llegar a Faita, existe una pequeña ganadería, cuyos propietarios son don Alfonso Aguilar y doña Janet García, que desde el año 2000 iniciaron con la producción en la venta de leche.
Don Alfonso se levanta desde las 05:00 con sus dos tachosa ordeñar el ganado, constituido de cuatro ejemplares. El proceso es agarrarlas, llevar la cría a lado de la mamá vaca y lavar las ubres para que no exista suciedad.
Una vez culminado el ordeño se procede a colar la leche y enfundarse para la entrega y es el cliente quien hace el pedido de uno o dos litros, como nos contó doña Janet, de esa forma se lleva listo para entregar a domicilio.
Comentaron que desde la primera cría de ganado inició con la venta de la leche, después poco a poco fueron aumentando las crías y así también la venta. Este es el producto fundamental en la mesa del hogar.
Gastronomía
En esta parroquia no solo hay fiestas; si no también, gastronomía. Ahí se encuentran las ricas y deliciosas fritadas del mercado que son una tradición.
El propietario llega desde las 14:00, con su triciclo y procede a sacar los ingredientes preparar este plato delicioso que va acompañado de chifles de verde y ensalada picante.
Mientras que, las papas que están en una esquina llegando al primer semáforo son unas de las favoritas de los sancarleños.
Y sí de gastronomía hablamos, de los bollos de la entrada a Mocache no podíamos dejar de mencionar, ya que son apetecidos por propios y extraños.