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sábado, 23 noviembre, 2024

La vida tiene que seguir

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“Porque tal vez caiga el justo siete veces, pero otras tantas volverán a levantarse; en cambio, los impíos caerán en desgracia” (Proverbios 24:16).

Norma Martin era una joven que vivía en el noroeste de México y anhelaba estudiar el bachillerato en la Universidad de Montemorelos. Se sintió feliz cuando fue aceptada en dicha institución. Sus primeros meses fueron increíbles. Disfrutaba mucho con las diferentes actividades juveniles, en especial los cultos de la iglesia. Pero una situación cambiaría su vida radicalmente. Cuando regresaba a su casa para disfrutar de unos días de asueto, el autobús en el que viajaba tuvo un accidente. Casi nadie salió gravemente lastimado, salvo Norma, quien sufrió heridas muy graves, lo que obligó a los médicos a amputarle una de sus piernas. “¿Por qué a mí?”, se preguntaba la joven. Se sentía confundida, aunque confiaba en Dios.

La vida de esta muchacha había cambiado demasiado rápido. Ahora necesitaba entrar en un programa de rehabilitación y no podía seguir estudiando nutrición, medicina o teología, como alguna vez había planeado. Su madre se sentía destrozada, pero Norma la invitaba constantemente a confiar en Jesús. La joven fue atendida en el hospital C.H.O.C. de Los Ángeles (California, EE.UU.), donde le adaptaron una prótesis, gracias a la cual pudo caminar de nuevo. Durante su estancia en el sur de California conoció a Robert Palomares, un joven adventista, con quien se casaría al poco tiempo. Norma y Robert formaron un hogar cristiano y tuvieron dos hijos. Sin embargo, Norma no abandonó sus anhelos de superación, así que siguió estudiando hasta terminar su carrera de enfermería. Hoy es una brillante enfermera en el Hospital Kaiser Permanente de Riverside (California, EE.UU.).

El haber perdido una de sus piernas no condicionó a Norma para que se rindiera ante la vida. Ella no se dejó vencer por los nuevos escenarios que se le fueron presentando. Más bien, colocó su confianza en Dios y salió adelante.

¿Alguna tragedia ha golpeado tu vida? ¿Pretendes vivir de la compasión de los demás? La vida tiene que seguir y tiene mucho que ofrecerte, aun cuando hayas padecido una gran pérdida. Lo cierto es que, si pones tu vida en las manos de Dios y eres perseverante, podrás superar cualquier adversidad y convertirla en una bendición, tal como dice Romanos 8:28: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo a su propósito”.

Este día, ruega al Señor que te dé el valor de enfrentar las batallas de la vida con la seguridad de que él está a tu lado.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018

¡RENUÉVATE!

Alejandro Medina Villarreal

Lecturas devocionales para Jóvenes 2018

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