Quevedo. – Con un tremendo susto y endeudada, así quedó Génesis Gilse, una joven quevedeña que transitaba por la avenida June Guzmán del centro de Quevedo, cuando un sujeto le arranchó su cartera.
Gilse contó que salió a trabajar como vendedora visitando negocios de la zona, pero jamás se percató que el sujeto alto, con contextura gruesa y moreno se trataba de un ladrón. En tan sólo una milésima de segundo, el hombre se acercó, le quitó su bolso y huyó con rumbo desconocido.
La joven perdió su teléfono que le costó 165 dólares y sus documentos. “Tenía dos meses que lo había comprado, recién lo había terminado de pagar y ahora me toca endeudarme con uno nuevo”, lamentó.
Dice que ahora tiene temor salir, y pide a la Policía más patrullaje en zonas muy transitadas y peligrosas. “Sé escuchar de muchos robos por eso dejé mi anterior empleo porque salía muy noche. Quevedo da miedo”, finalizó. (EHL)