BABAHOYO. Hace años el fotógrafo era parte importante de cada evento, pero con el avance de los años y la tecnología, su profesión de a poco se fue viendo desplazada por los equipos tecnológicos como los celulares. Ahora las fotos las toman los mismos amigos o familiares y no contratan el servicio de un fotógrafo.
En las ceremonias de graduación, los fotógrafos eran buscados por los clientes una semana antes para que los graduados no se queden sin sus fotos. Actualmente es todo lo contrario. El fotógrafo debe suplicarles a los clientes para tomarle fotos y algunos se niegan y toman las fotos con sus celulares.
En otros tiempos los fotógrafos iban al evento y hacían su trabajo donde se desarrollaba la ceremonia, ahora son impedidos de entrar a los eventos y se colocan fuera.
Por ese motivo, deben llevar y decorar un espacio para captar la atención de los clientes y poder tomarse las fotografías. Antes las entregaban a la semana y los clientes los buscaban por la foto, pero como ahora son venidos a menos, ellos llevan sus impresoras y revelan fotos al instante para ganar más clientes.
Pese a todos estos esfuerzos que demanda mantener activa la profesión, algunos de ellos, solo lograron reunir 20 dólares entre todos los clientes que logran acaparar durante las últimas graduaciones de la Universidad Técnica de Babahoyo.
Historias
Eso ha sido su oficio por más de 25 años y se niegan a dejarlo pese a que los ingresos son cada vez menores, un ejemplo de aquellos es Mario Tapia, que acudió con su hija, dos cámaras y toda la indumentaria para que los graduados se tomen las fotos, sin embargo, no fue tan rentable la jornada.
Asimismo, Luis Campo Torres, llevó un mueble, la decoración para las fotografías, pero los estudiantes sacaban laos celulares e incluso le prestan el espacio decorado para hacer sus propias fotos y con nostalgia les dice: “claro, siga no más”.
La tradición de revisar albumen en casa de familiares se va perdiendo y ahora todo se respalda en fotos en equipos digitales.