Quevedo. Hoy, 25 de febrero, se celebra el Día del Médico Ecuatoriano, una fecha que rinde homenaje a los profesionales de la salud que dedican su vida al cuidado de los demás. Luis Aynaguano, médico especialista en gastroenterología con 15 años de experiencia, cuenta su historia en ALDIA.
TE PUEDE INTERESAR: La vicepresidenta por decreto, Cynthia Gellibert, y el ministro José de la Gasca inspeccionan condiciones del hospital Martín Icaza
Como es habitual, el médico celebra su Día trabajando, y así es como se encontró al doctor Aynaguano, en su consultorio atendiendo a sus pacientes. La historia del doctor Aynaguano es una historia de perseverancia, sacrificio y esfuerzo, y sobre todo de amor al servicio de la medicina.

Aynaguano nació en Riobamba, pero creció en Guayaquil, y desde hace cuatro años vive en Quevedo, atendiendo a sus pacientes en la avenida Guayacán, frente al Hospital Sagrado Corazón. Cuenta que su sueño de ser médico nació cuando tenía entre 11 y 12 años, cuando él y su madre vendían jugo de coco en las afueras del Hospital Luis Vernaza, en Guayaquil.
Ver a los médicos entrar y salir todos los días le dio una especie de inspiración y admiración por estos profesionales de la salud, algunos de ellos le compraban jugos y desde ahí empezó a pensar en ser médico, y trabajar en el Hospital Luisa Vernaza, uno de los hospitales más grandes del Ecuador.
Con ese propósito, y mucha perseverancia, trabajó duro y logró formarse como médico general, y después de la rural, unos colegas le dijeron que había una vacante en el Hospital Luis Vernaza y logró entrar a trabajar allí, atendiendo a sus pacientes, siempre con amor, respeto y cariño.
TE PUEDE INTERESAR: Alcaldía de Babahoyo rompe relaciones con la Prefectura de Los Ríos por oficina de emprendimiento
“Yo vendía jugo de coco, eso me llenó de mucha fuerza, y lo pude cumplir, más que todo trabajar ahí, fue algo lindo. Yo terminaba la rural, y me llamaron, fue algo bello, algo hermoso, fue uno de mis sueños”, contó para ALDIA.
Dijo que ser médico es una profesión linda, pero de sacrificio, Aynaguano tuvo que privarse de fiestas y reuniones familiares para estudiar mucho, ya que el médico debe estar siempre preparado para dar lo mejor a los pacientes. “Escuchar al paciente, el paciente no sólo viene con enfermedades, con dolencias, hay que generar confianza”, dijo.
Lo que más le satisface es ver a sus pacientes sanos, después de una consulta, recibe muchos agradecimiento: “La alegría cada vez que un paciente llega bien deprimido, con la dolencia, un mes, dos meses están contentos, felices que se hayan curado, se siente bien escucharlos”, dijo.
TE PUEDE INTERESAR: Excéntrico regalo que el presidente de Argentina, Javier Milei, hizo al multimillonario Elon Musk. ¿Qué significa la motosierra?
La esposa de Aynaguano también es médica, y han tenido que equilibrar su vida familiar con su vida laboral, “nuestra profesión nos quita tiempo, y cuando estamos con nuestros hijos, hacemos lo posible de dar el 100%”, dijo.
En este Día del Médico Ecuatoriano, el doctor Aynaguano desea un Feliz Día a todos y todas sus colegas, y les aconseja seguir estudiando ya que la tecnología avanza, y siempre deben capacitarse tanto profesional como humanamente para mejorar y salvar la vida de las personas.