Raúl Macías trabajaba en el Estadio 7 de Octubre como vendedor de cervezas y conserje, sin embargo, con la llegada de la pandemia, tuvo que salir porque se acabaron los campeonatos, los juegos y todo evento masivo.
Ahora lo ves por las calles principales de Quevedo con una funda de hilos que vende a 0,75 centavos el paquete. “Tenemos que salir a laborar a otros lados a buscar nuestro pan de cada día porque nosotros tenemos hijos, hay bastante competencia, pero tenemos que seguir adelante”, indicó el ahora comerciante informal.
Y es que con la pandemia, muchas personas han perdido su trabajo estable y se han dedicado a la informalidad, una de las graves consecuencias del desempleo.
Macías gana menos que un Salario Básico Unificado, con la venta de hilos puede costearse la alimentación, entre 8 a 10 dólares diarios se consigue. “Hay personas que me dicen, tú estabas mejor, ¿qué te pasó? Pero yo no tengo vergüenza, varios amigos están así en mi misma situación, siendo informales”, manifestó.
El Instituto de Estadísticas y Censos (INEC) emitió cifras del desempleo y subempleo desde el 5 de mayo al 30 de junio de 2020, registrando números alarmantes.
En el subempleo, que son personas que se dedican a trabajos no estables e informales como Macías, existen 2 millones 620 mil 966 personas, el doble que el año anterior.
Mientras que hay 1 millón 009 mil 583 ciudadanos desempleados, es decir el 13,3 % de la Población Económicamente Activa (PEA), que según las estadísticas es de 7.605.189 personas. (EHL)