Antes de la introducción de la medicina moderna, los nativos usaban varias técnicas terapéuticas de naturaleza energética, espiritual y emocional que combinadas con plantas medicinales trataban con eficacia las enfermedades de las personas devolviéndoles su salud, vitalidad y bienestar personal.
En la actualidad el sistema médico oficial está reconociendo paulatinamente la conexión entre las disfunciones energéticas o espirituales y la enfermedad. Es inevitable que algún día salve el abismo que actualmente existe entre cuerpo, mente y espíritu para que integrando estas fuentes de la vida pueda cooperar en la sanación de la humanidad.
Campo energético
Todo lo que vive late de energía. El cuerpo físico está envuelto por un campo energético que abarca el espacio que ocupan los brazos extendidos y todo el largo del cuerpo. Este sistema guarda la energía emocional generada por nuestras experiencias interiores y exteriores, tanto las positivas como las negativas, influyendo en el tejido físico interno del cuerpo. De esta manera, las experiencias que conforman su vida, se convierten en su biología.
Entre las experiencias que generan energía emocional en el sistema energético están las relaciones pasadas y actuales, tanto personales como profesionales, las experiencias y recuerdos profundos o traumáticos, y todas las actitudes y creencias, sean de tipo espiritual o supersticioso.
Las emociones generadas por estas experiencias quedan codificadas en el organismo y su sistema biológico y contribuyen a la formación de tejido celular, el cual genera a su vez una calidad de energía que refleja esas emociones afectando el nivel de la salud y bienestar de las personas.
Por esta razón, las investigaciones científicas realizadas a nivel mundial y validadas con revisión de pares han concluido que el 90% de las enfermedades que sufren las personas son de origen Psicosomático.
El ser humano no es sólo una máquina. Es un complejo mecanismo biológico en interacción dinámica con una serie de campos interpenetrados de energía vital…, el llamado deux ex machina, en el que además intervienen diversos otros factores, como las condiciones de vida y las opciones personales, las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen que también influyen en su estado de salud, por lo que para propiciar una vida saludable y de calidad es menester tratar la enfermedad a nivel integral de la persona: Cuerpo, Espíritu, Emociones y mente/pensamientos, a través de la medicina holística.
La práctica actual de la medicina se funda en el modelo newtoniano de la realidad; en esencia éste contempla el mundo como un complicado mecanismo mecánico aislado, que está desagregando a la ciencia médica a un nivel de altísima especialización técnica. La medicina general se ha particionado en miles de ramas y subespecialidades médicas por edad, género y por tipo de órgano y aún más por componentes de ese órgano.
El médico actual abstrae el organismo considerándolo como una gran máquina, gobernada por el cerebro y el sistema nervioso periférico, por un ordenador biológico, en último término. Siguiendo este esquema, los pacientes se someten a procedimientos médicos y farmacológicos desarrollados por las industrias farmacéuticas que no sanan, sólo hacen manejable la enfermedad con fármacos de consumo permanente. (I)
Escrito por: Tamara Hojas Kuonqui