El presidente, Lenín Moreno, durante el último gabinete ampliado del año celebrado ayer, justificó las medidas anunciadas el 19 de diciembre, especialmente el incremento en el precio de las gasolinas extra y ecopaís. Recordó que heredó un país en condiciones económicas complicadas y que amerita tomar medidas difíciles.
“40 años se han evadido cierto tipo de decisiones que había que tomar y nosotros las hemos tomado”, dijo Moreno y agregó que solo así se podían liberar las cuentas fiscales, estabilizar la economía y atender de manera preferencial a sectores sociales.
Según el Gobierno, los recursos que se obtengan se invertirán de manera prioritaria para atender a los jubilados con discapacidades y enfermedades catastróficas, jubilados en general, adultos mayores, salud y educación.
Pérdida de ingresos
Richard Martínez, ministro de Finanzas, como parte de los argumentos para justificar la subida de 37 centavos en el galón de las gasolinas extra y ecopaís, explicó que por cada dólar de caída en el precio internacional del crudo, el Estado pierde 70 millones de ingresos fiscales.
Esto significa que si partimos de la cotización más alta del año, el 9 de octubre pasado, de 74,74 dólares por barril, hasta el precio registrado ayer, de 47,94, el crudo ha perdido 26,8 de valor por cada barril.
La pérdida de ingresos, entonces, durante poco más de dos meses llegaría a superar los 1.800 millones. Por eso, varios analistas consideraron que la decisión de reducir el subsidio de las gasolinas, además de otros ahorros en la burocracia, eran inevitables.
Medida insuficiente
Sin embargo, el analista Alberto Acosta Burneo explicó que el ajuste se queda corto y no ataca contundentemente el pesado gasto público.
“Ecuador está enfermo luego de 12 años de excesos y malas decisiones de política económica. Demorarnos en el ajuste perjudica más a las personas de menores ingresos”, argumentó.
Concordó el exministro de Finanzas Mauricio Pozo, quien advirtió que la crisis será más fuerte si seguimos postergando decisiones estructurales, como la reducción del tamaño del Estado.
Por otro lado, Danilo Albán, del Foro de Economía Alternativa, comentó que no hay economista decente que defienda un subsidio tan ineficiente como el de la gasolina, pero la austeridad sin más puede ser peor remedio que la enfermedad.
“El tema es que no hay compensación fiscal en otros rubros (educación, salud, vivienda, inversión pública…). Por ende, es una política contractiva en plena desaceleración”, acotó.
Esto quiere decir que el Gobierno está impulsando una mayor desaceleración de la economía, pero sin solucionar del todo su problema de iliquidez.
Según Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, los 400 millones de ahorro por la reducción del subsidio solo alivian momentáneamente la economía, pero todavía falta conseguir 2.000 millones más en deuda hasta fin de año. “Si no se consiguen los recursos en el exterior se deberá recurrir a deuda interna, o en último caso al retraso en el pago a proveedores”, concluyó. (JS-HCR)
Diálogo entre taxistas y Gobierno
° Los representantes de las diferentes modalidades de transportación fueron convocados ayer por la mañana al Palacio de Gobierno para buscar el mecanismo de compensación ante el anunciado incremento de 37 centavos por galón de las gasolinas extra y ecopaís, que pasarán de 1,48 a 1,85 dólares. En el servicio de transporte son combustibles usados regularmente por los taxis, por lo que la negociación se centró con este sector.
El consejero presidencial Santiago Cuesta explicó que la propuesta del Régimen para las federaciones de taxistas es que elaboren una lista unificada con todos los integrantes legalmente habilitados, para que accedan al subsidio, la que se cotejará con los registros que mantiene la Agencia Nacional de Tránsito.