“Él será la medicina de tu cuerpo; ¡infundirá alivio a tus huesos!” (Proverbios 3:8).
Juanjo Reta trabajó en la Editorial Safeliz (en España) durante más de cuarenta años. Además, fue uno de los fundadores e impulsor de la Iglesia de Las Ventas en Madrid. Su vida giró en torno a su trabajo, su familia y, especialmente, su iglesia, donde no escatimó tiempo para darlo al servicio cristiano. Sin embargo, a finales de 2014 sintió algunas molestias y decidió ir a ver al médico. Para su sorpresa, le pidieron que se hiciera varias pruebas. Al final, le diagnosticaron un cáncer de colon en su última etapa, juanjo se quedó de una pieza. La noticia desgarró a todo el equipo de Safeliz. ¿Cómo asimilar un mazazo de esa naturaleza? Pero Juanjo se presentó delante de sus compañeros y alabó al Señor por todo lo que le había dado; además, aseguró que su vida quedaba en las manos de Dios. Todos lo abrazamos conmovidos por sus palabras. Aunque tenía todos los pronósticos en su contra, Juanjo decidió no sucumbir al desánimo y, junto con su esposa, plantó cara a la enfermedad y se preparó para dar la batalla. Para complementar los tratamientos médicos, siguió un estricto régimen alimentario a base de cereales, verduras y hortalizas.
Personalmente, nunca escuché que Juanjo emitiera una sola reclamación o queja en contra del Padre celestial debido a su compleja situación de salud. Tampoco dejó de asistir a la iglesia. Según decía, esta situación le había servido para entender mejor la naturaleza de Dios. Una de esas tardes, mientras volvíamos del trabajo, le pregunté:
-¿Qué es lo que te da fuerza para luchar?
-Elizabeth, mi esposa. Le debo mucho a ella. Además, sé que voy a vivir el tiempo que Dios quiera fue su respuesta.
En el mes de septiembre de 2016 visitó por última vez las oficinas que fueron su lugar de trabajo durante tantos años. Su cuerpo reflejaba la brutal huella de la enfermedad. Pero una vez más, nos aseguró que él agradecía al cielo por todo lo que había pasado. Nuestro amigo murió el 15 de octubre de ese año.
Conozco a muchos cristianos que, a la menor adversidad, sacan a relucir sus amarguras y protestas ante Dios, exigiéndole que los libre de los problemas bajo el argumento de que “no se han portado tan mal”. Pero lo cierto es que la perseverancia es una virtud básica para enfrentar los malos momentos de la vida. Sí, la perseverancia es indispensable para edificar el carácter.
Pide hoy al Señor que te ayude a dar la batalla a los desafíos que la vida te presenta, estando siempre agradecido.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
¡RENUÉVATE!
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018