“El hombre cree que todo camino es recto, pero el Señor pondera los corazones”(Proverbios 21:2).
A finales de 1911, México amanecía con una gran esperanza. Francisco Ignacio Madero González tomaba posesión de la presidencia de la República en medio de elevadas expectativas. Después de una breve y eficaz lucha en contra de Porfirio Díaz, había logrado derrotar al dictador obligándolo a salir del país. Ahora parecía contar con todo el apoyo de los diferentes sectores de la población para iniciar una nueva era para la nación mexicana.
¿Pero qué había motivado a Madero a buscar un cambio en su país? Aunque parezca extraño, este luchador fue un ferviente seguidor del espiritismo. Desde 1891 había conocido estas doctrinas a través de las obras de Alian Kardec, y a sus 30 años era un fiel seguidor de sus ideas en su natal San Pedro de las Colonias (Coahuila). Pronto llegó a convertirse en un médium y, dirigido por lo que él creía que se trataba de espíritus, se preparó y planeó un cambio en la espiritualidad de México. Un supuesto espíritu llamado “José” llamó a Madero “soldado de la libertad y el progreso” y “luchador infatigable por la causa de la libertad”. El espiritismo lo condujo a desarrollar una enorme fe en la democracia, la defensa de la libertad y el respeto a la dignidad humana. Lo cierto es que tuvo un gran éxito y ganó las simpatías de los electores. No obstante, dos años después de haber tomado la presidencia del país, víctima de una traición, Madero fue asesinado el 22 de febrero de 1913 al lado del Palacio de Lecumberri, junto al vicepresidente José María Pino Suárez. A partir de ese momento se iniciaría una larga batalla entre diversos bandos que se disputaron el poder.
No todos los caminos para llegar a la verdad son seguros. De acuerdo con la Biblia, el espiritismo es un engaño (Levítico 19:31). Hoy el espiritismo ha crecido enormemente. Su rostro amable y vanguardista atrae a muchos que creen ver en él una nueva forma de entender la vida. En la actualidad, sus propuestas no solo aparecen en ideas políticas, tendencias filosóficas o perspectivas psicológicas, también se pueden observar en los videojuegos, las películas, las telenovelas, los libros, Internet, la música, etcétera. No obstante, este tipo de doctrinas son condenadas por la Biblia debido a que parten de una mentira que nació en el Edén: la inmortalidad del alma. Nada que tenga una base de esta naturaleza puede tener la bendición del cielo.
Hoy te invito a alejarte de cualquier tipo de actividad que se asocie con estas prácticas..
Devoción matutina para jóvenes 2018
¡Renuévate!
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018