En Quevedo, la delincuencia ha encontrado un nuevo blanco: los buses urbanos. Los pasajeros, que a diario utilizan este medio de transporte, viven con el temor constante de ser víctimas de asaltos.
Esta semana, un nuevo episodio de inseguridad se registró en la línea 5, cuando dos hombres armados abordaron la unidad en el redondel de La Madre y, en cuestión de minutos, despojaron a los pasajeros de sus pertenencias.
«Eran un gordo y un flaco los que nos asaltaron. Tenían armas de fuego y sin pensarlo dos veces nos amenazaron y se llevaron todo lo que llevábamos», relató una de las víctimas, quien prefirió mantener su anonimato por seguridad.
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Asalto
Los asaltantes, tras cometer el robo, descendieron del bus cerca del Club de Leones y huyeron hacia el sector Galo Plaza, una zona que, según los pasajeros, se ha convertido en un punto crítico debido a la frecuencia de asaltos.
Ante esta situación, los ciudadanos exigen a la Policía Nacional que intensifique los controles y operativos en la ciudad, especialmente en las zonas más conflictivas, para garantizar la seguridad de los usuarios del transporte público.
«Necesitamos que la Policía haga algo. No podemos seguir viviendo con este miedo», expresó una pasajera, quien lamentó que los asaltos en buses urbanos se hayan vuelto una situación común en Quevedo.
La inseguridad en el transporte público no solo afecta a los pasajeros, sino también a los conductores, quienes temen ser víctimas de la delincuencia mientras cumplen su labor.
Labor
Las autoridades han manifestado que están trabajando para combatir la delincuencia en la ciudad, pero los ciudadanos sienten que las acciones son insuficientes y que la situación se agrava cada día.
Mientras tanto, los pasajeros de buses urbanos en Quevedo continúan viviendo con el temor de ser asaltados, esperando que las autoridades tomen medidas urgentes para poner fin a esta ola de inseguridad.