Quevedo. «Queremos medicinas» esa una de las frases que gritaban los pacientes, familiares y trabajadores de las clínicas de diálisis del cantón Quevedo en medio de una protesta que generó el cierre de la vía Quevedo-Buena Fe (a la altura del anillo vial).
Y es que tras la muerte de un paciente de diálisis sus compañeros, amigos y familiares no aguantaron más y decidieron salir a protestar por la falta de atención de parte del Gobierno.
El nefrólogo, Mario Mullo, dio a conocer que los pacientes con enfermedad renal crónica con tratamiento dialítico, están pasando por una situación difícil debido a que dependen de las diálisis
Mullo reveló que el Gobierno les debe desde hace más de 9 meses.
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Esto genera que el personal de salud se quede sin insumos para dializar ya que son 12 diálisis que el paciente se hace al mes y en Quevedo son 720 pacientes los que reciben este servicio «si seguimos en este ritmo los pacientes no se van a poder dializar», dijo Mullo.
Esta no es la primera vez que deben salir a las calles para exigir ayuda por lo que ahora tampoco descartan regresar a las calles para hacer que el Gobierno Nacional tome conciencia de que sus vidas están en peligro, explicó Freddy Melendrez a Diario ALDIA.
Pedidos
Con la voz entrecortada Antonio Ruíz pidió al Gobierno que se les ayude cancelando los valores para poder recibir la medicina y realizarse las diálisis. «Queremos ser escuchados por este Gobierno mentiroso que cuando estaba en campaña nos prometió que todos los hospitales y que todos los enfermos iban a ser atendidos, pero nos estamos muriendo. Ya basta de mentira»
Una de las peticiones de los protestantes era que arribe hasta este punto de paralización un equipo de ALDIA para dar a conocer lo ocurrido y posterior abrirían el paso.
De acuerdo con Fernando Vaca, jefe de la Policía en la zona especial 5 Los Ríos, se ha socializado con los manifestante tras haberles hecho un acercamiento con la Gobernadora de Los Ríos, quien se habría comprometido en ayudarlos a resolver este problema.
Vaca lamentó que se haya utilizado para las protestas «a personas ancianas, gente enferma. Eso es inmoral y antiético porque las personas en esa situación no deberían estar acá».
Finalmente la carretera se abrió al tráfico vehicular.
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