QUEVEDO. Con la suspensión de clases presenciales desde inicios de 2022 y el aumento progresivo de casos tras las fiestas decembrinas, los pensamientos de algunos padres de familia han cambiado. Ahora se resisten en llevar nuevamente a sus hijos a clases.
Este es el escenario que se vivió en la provincia de Los Ríos, en especial en el cantón Quevedo, donde muchas escuelas, a petición de los padres de familia, decidieron no abrir y seguir en la virtualidad. Esto hasta que se confirme una curva de contagios baja o suba el porcentaje de vacunación.
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Según información del Ministerio de Educación, en Quevedo, de las 39 unidades educativas con el PICE (Plan Institucional de Continuidad Educativa) aprobado, solo 7 regresaron a la presencialidad esta semana y en su mayoría pertenecen al territorio rural.
La Unidad educativa Delia Ibarra era una de las instituciones educativas que empezó la presencialidad el año anterior, pero hoy, han decidido no abrir. Se conoció que por la temporada invernal muchos estudiantes tienen cuadros de gripe, asimismo, docentes.
Rocío Carrillo, quien tiene una hija adolescente en clases, manifestó que “es mejor prevenir que lamentar”. “En mi familia todo empezó con una pequeña gripe, nos hicimos la prueba y era Covid-19, gracias a Dios ya salimos de esto”, recordó.
El Ministerio de Educación ha autorizado el regreso a clases de manera voluntaria, debido a las estadísticas en baja de hospitalizaciones y casos a nivel del país. En Los Ríos, sólo Mocache se mantiene en semáforo rojo. (I)