El llanto y el dolor de los parientes de las víctimas conmovían a decenas de ciudadanos que se apostaron en los exteriores de la morgue de Quevedo, la mañana del 22 de noviembre. Comentaban lo sucedido con el bus de la cooperativa Aerotaxi disco 32, que se calcinó al chocar contra un tráiler y un camión en la vía Quevedo-Santo Domingo y que dejó 7 muertos y 8 heridos.
Fueron seis personas de diferentes provincias del país las que murieron quemadas dentro del bus. La séptima víctima fue el chofer del tráiler.
Cruz Borja, entre lágrimas, relató que su hijo, Jeen Benne Borja, de 19 años, salió de su natal Guayaquil, sector Mélida Toral, con destino a Esmeraldas junto a un amigo para trabajar en la limpieza de una chocolatera.
La mujer explicó que se enteró cerca de las cuatro de la madrugada del accidente del bus en el que viajaba su primogénito, por una llamada telefónica que le realizó el amigo que lo acompañaba en su viaje.
Indicó que fueron eternas las horas que le tomó viajar de Guayaquil a Quevedo, para reconocer a su hijo, mientras que en el trayecto le rogaba a Dios que todo sea un error.
“No lo puedo creer, a pesar de haberlo reconocido no comprendo por qué mi hijo tuvo que morir de esa forma tan horrible”, expresó la mujer.
En tanto, William Jácome se lamentaba por la muerte de su hijo, César Jácome (34), conductor del tráiler, con quien cruzó sus últimas palabras la noche del miércoles en Santo Domingo. El hombre detalló que la impotencia lo embarga, sobre todo al escuchar por testigos del accidente que su hijo iba en su carril derecho y el bus aparentemente fue el que lo impactó.
“Mi hijo se desempeñaba como chofer desde hace 14 años y jamás tuvo un accidente. Él era padre de tres hijas, todas menores de edad”, afirmó.
Stalin Orobio, quien viajaba en el bus como pasajero junto a su esposa y otras parientes, relató que a pesar de haberse salvado de la tragedia, se sentía indignado con la ciudadanía. Mencionó que aunque pedía ayuda a los conductores que circulaban por la vía, estos no le prestaban el auxilio necesario para salvar a otros pasajeros y más bien se preocupaban de tomar fotos y grabar el hecho.
“Se pudo salvar a más gente, pero nadie quiso ayudar y cuando llegaron las entidades de socorro, ya fue muy tarde”, se lamentó Orobio.
Por otro lado, Dennis Rosado, quien viajaba en el bus, manifestó que al sentir el impacto, junto con siete pasajeros se bajaron de la unidad, para minutos después observar cómo el bus y el tráiler comenzaron a incendiarse con algunos ocupantes adentro.
El drama de los parientes siguió hacia Santo Domingo, adonde fueron llevados los cuerpos para las necropsias.
Fallecidos
Hasta las 13:40 del 22 de noviembre fueron identificados César Jácome (34 ), chofer del tráiler; Remigio Palma, conductor del bus, y Jeen Omar Borja (19), pasajero. Los otros cuatro estaban carbonizados y todos fueron llevados a Santo Domingo para la toma de muestras.
Heridos graves
Fernando Pinoco Robles tiene el 90% del cuerpo con quemaduras; Edison Briones Zambrano (24) con trauma de abdomen.