EE.UU. Hasta ahora era una suposición de los científicos, pero ahora, el primer análisis de las imágenes captadas por el rover de la NASA Perseverance lo ha confirmado: el cráter Jezero fue en su día un calmado lago marciano.
Cráter se hizo río
Hace unos 3.700 millones de años, el cráter Jezero de Marte era un tranquilo lago alimentado por un pequeño río que, tras un repentino cambio del clima, empezó a sufrir inundaciones súbitas y enérgicas que arrastraron grandes rocas desde decenas de kilómetros río arriba hasta el lecho del lago, donde aún permanecen.
Observación
Incorporado en el mástil del robot de la Nasa, la Supercam permitió observar en el suelo del planeta rojo el entorno del cráter Jezero y transmitir por satélite una base de imágenes. Estas primeras fotografías en alta resolución confirmaron lo observado desde la órbita.
Es decir, en el cráter, de unos 35 kilómetros de diámetro, hubo un lago cerrado, alimentado por la desembocadura de un río, hace unos 3.600 o 3.000 años.