En un gesto cargado de significado y esperanza, un grupo de PPL tuvo la oportunidad de visitar la Casa de Olmedo, un patrimonio histórico ubicado en Babahoyo, como parte de las conmemoraciones por el Día de los Museos.
En este encuentro, más allá de las paredes de la institución carcelaria, se tejieron historias de conexión con la cultura y la identidad local.
Para estos individuos, cuyas vidas han sido marcadas por adversidades y desafíos, la visita a la Casa de Olmedo representó una ventana hacia un mundo de posibilidades y aprendizaje. Con pasos cargados de expectativas y corazones abiertos a la experiencia, recorrieron los pasillos de esta joya arquitectónica, dejándose envolver por la atmósfera de historia y tradición que la rodea.
Entre los muros de la casa, resonaron las voces de los PPL quienes, pese a haber enfrentado momentos difíciles en sus vidas, encontraron en el arte y la cultura un refugio de inspiración y transformación.
Las pinturas, esculturas y objetos de época sirvieron como catalizadores de reflexión y esperanza, recordándoles que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay espacio para el crecimiento y la redención.
Para muchos de los participantes, esta visita no solo representó una oportunidad de conocer más sobre la historia y la cultura de su país, sino también un recordatorio de que cada persona tiene la capacidad de escribir su propio futuro, sin importar los errores del pasado.
En cada sala, se tejieron lazos de empatía y solidaridad, reafirmando el valor de la inclusión y la rehabilitación en el camino hacia la reinserción social.
Al final del recorrido, en medio de sonrisas y gestos de agradecimiento, quedó palpable el impacto positivo que esta experiencia tuvo en cada uno de los visitantes. Con la esperanza renovada y el corazón lleno de nuevas perspectivas, se despidieron de la Casa de Olmedo, llevando consigo el recuerdo imborrable de un día lleno de significado y conexión con la cultura y la historia de su tierra.