La preeclampsia es un estado patológico que ocurre durante el embarazo de la mujer, caracterizado por un aumento de la presión arterial y de proteína en la orina.
Generalmente se produce después de la vigésima semana, es decir, a finales del segundo o tercer trimestre.
La causa de esta afección se desconoce y supone un riesgo para la mujer ya que, al no sentirse enferma, normalmente no puede prevenir los factores de riesgo.
La preeclampsia suele afectar según los datos a menos del 5-8% de las mujeres embarazadas.
Tipos de preeclampsia
Existen tres tipos comunes de la hipertensión gestacional:
– hipertensión crónica: se da en aquellas mujeres que tienen presión arterial alta (más de 140/90) antes del embarazo, al principio del embarazo o después del parto.
-la hipertensión gestacional: es la presión arterial alta que se desarrolla después de la semana 20 de embarazo y desaparece después del parto.
-Preeclampsia: tanto la hipertensión crónica como la hipertensión gestacional, puede llevar a esta afección grave después de la semana 20.
Por tanto, la preeclampsia es una condición grave del embarazo y representa un peligro importante, ya que muchos de sus signos no son evidentes para la madre, mientras otros síntomas que, si son latentes como la hinchazón en pies y tobillos, son síntomas normales del embarazo y por lo tanto no sirven como alarma de aviso.
Si no se lleva un tratamiento, la preeclampsia puede conducir a complicaciones graves incluso mortales, tanto para la madre como para el bebé.
Síntomas
Señales en las madres
Inicialmente la preeclampsia causa:
Presión arterial alta (hipertensión)
Proteína en la orina (proteinuria)
El problema radica en que no note ninguno de estos síntomas y que la embarazada no se sienta enferma. Esto se debe a que la presión arterial alta rara vez tiene síntomas notorios. La presión arterial alta afecta a una 10-15% de todas las mujeres embarazadas, pero eso solo no sugiere una preeclampsia.
Sin embargo, si estos síntomas no se tratan aumenta el riesgo de problemas graves, como ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares.
Por tanto, será entonces su médico o la matrona la que se encargará en sus citas prenatales de llevarle un control regular de su presión arterial y orina, además de otros factores.
Ademas de los síntomas citados previamente, también se pueden incluir otros síntomas más graves como:
Aumento rápido de peso debido a un aumento significativo de fluido corporal.
Hinchazón de manos, caras y ojos.
Dolor abdominal en el lado derecho, debajo de las costillas. Este dolor también se puede confundir con la acidez gástrica, un virus estomacal o patadas del bebe.
Dolores severos de cabeza.
Mareos.
Exceso de vómitos y nauseas.
Modificación de los reflejos.
Problemas de visión, como ver puntos o luces parpadeantes, visión borrosa. En el peor de los casos puede llegar a darse una pérdida temporal de la visión.
Dificultad para respirar, causada por el líquido en los pulmones.
Disminución de la orina.
Disminución de las plaquetas en la sangre (trombocitopenia)
Si se observa cualquiera de estos síntomas, es necesario inmediatamente a un médico de cabecera, ya que sin un tratamiento de inmediato, puede dar lugar a una seria de complicaciones graves como: convulsiones, el síndrome de Hellp (un trastorno del hígado y la coagulación de la sangre) y accidentes cerebrovasculares.
Señales en el bebé
En lo referente a las posibles consecuencias de la preeclampsia para el bebé, destaca que la placenta no reciba la suficiente sangre y por lo tanto reciba menos oxígeno y alimento, dando lugar a una muerte prematura.
Además, la falta de riego sanguíneo a través de la placenta puede afectar en el desarrollo del feto, derivando en un crecimiento lento en el feto. Esto se denomina restricción del crecimiento fetal o intrauterino.
Causas
La causa exacta de la preeclampsia no se conoce por completo, por tanto; no hay pruebas eficaces para predecir cuándo ocurrirá la preeclampsia, ni tratamientos para prevenir que se produzca.
Los expertos creen que es causada por la placenta, el órgano que nutre al feto durante el embarazo. Al comienzo del embarazo se desarrollan nuevos vasos sanguíneos que evolucionan adecuadamente para enviar la sangre a la placenta, pero en las mujeres con preeclampsia, estos vasos sanguíneos no parecen desarrollarse adecuadamente.
Suelen ser más estrechos y reaccionan de manera diferente a la señalización hormonal, lo que limita la cantidad de sangre que puede fluir.
Algunos investigadores también creen que puede deberse a una mala nutrición, o un alto nivel de grasa corporal.
Otros factores que pueden ser la causa de una preclampsia son:
Trastornos inmunitarios
Problemas vasculares, como insuficiencia del flujo sanguíneo al útero
Dieta
Factores genéticos
Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar preeclampsia:
Ser madre primeriza
Haber tenido previamente hipertensión gestacional o preeclampsia
Embarazo múltiple
Haber pasado al menos 10 años desde su ultimo embarazo
Mujeres menores de 20 años y mayores de 40
Mujeres con un historial de presión arterial alta o enfermedad renal antes del embarazo
Tener una hermana o madre que tuvo preeclampsia
Mujeres con problemas de obesidad con un IMC de 30 o mayor.
Tener antecedentes de diabetes
Diagnóstico
Antes de llevar a cabo un diagnóstico de preeclampsia, previamente el médico le realizará una serie de pruebas rutinarias como:
-Análisis de sangre: esta prueba puede determinar cómo funciona el hígado y los riñones y si su sangre tiene un número normal de plaquetas, que son las células que ayudan a coagular la sangre
-Análisis de orina: la muestra de orina se solicita normalmente en cada cita prenatal. Se utiliza para detectar exactamente qué cantidad de proteína creatinina se está perdiendo a través de la orina.
-Ecografía fetal: para vigilar el crecimiento de su bebe. A través de la ecografía, el médico puede estimar el peso del feto y la cantidad de líquido amniótico en el útero.
-Prueba sin estrés o perfil biofísico: una prueba sin estrés es un procedimiento simple que comprueba cómo le cambia la frecuencia cardiaca al bebe cuando se mueve.
Un perfil biofísico combina la prueba sin estrés con una ecografía, para proporcionar más información sobre la respiración, el tono, el movimiento de su bebe, y el volumen del líquido amniótico.
Tratamiento
La única cura para la preeclampsia es el parto, ya que, si no la madre tendrá mayor riesgo de sufrir convulsiones, desprendimiento de la placenta, derrame cerebral y hemorragia severa, posiblemente hasta que su presión arterial disminuya.
El tratamiento, por tanto, va a depender de lo cerca que este su fecha de vencimiento para el parto.
En el caso de que el bebé este lo suficientemente desarrollado (sobre todo a las 37 semanas o después), es probable que el médico necesite adelantar el parto para que la preeclampsia no empeore. Para ello se pueden prescribir medicamentos para ayudar a inducir el parto o puede que necesite una cesárea.
En cambio, sí es una preeclampsia leve, el médico puede recomendarle:
Reposo en cama: aunque todavía es recomendado por algunos médicos, investigaciones recientes demuestran que esta práctica conlleva un riesgo de aumentar los coágulos de sangre.
Consumo de sal reducida.
Beber más agua.
Realizar visitas regulares al médico para verificar que el bebe y su madre están evolucionando bien.
Tomar medicamentos para bajar la presión arterial.
Entre los medicamentos que se utilizan están:
Antihipertensivos. Se utilizan cuando la presión arterial es muy alta y por tanto peligrosa tanto para el feto como para la madre. Aunque hay muchos medicamentos, algunos no son seguros, por tanto, es recomendable hablar con el médico para asegurarse que tipo de medicación está permitida tomar o no.
Medicamentos anticonvulsivos. Tales como el sulfato de magnesio cuando la preeclampsia es grave. Permite por tanto que prevenga un primer ataque de convulsiones.
Corticosteroides. Un ejemplo de ello es la betametasona, la cual suele utilizarse cuando la preeclampsia es grave. Estos pueden mejorar temporalmente la función de las plaquetas y el hígado, además de ayudar que madure los pulmones del feto.
El tratamiento en el hospital puede incluir:
Supervisión cuidadosa de la madre y el bebé.
Medicamentos para controlar la presión arterial y prevenir otras complicaciones.
Inyecciones de esteroides para embarazos de menos de 34 semanas de gestación.
Pronóstico
Los signos y síntomas de la preeclampsia generalmente desaparecen por completo 6 semanas después del parto. Sin embargo, en ocasiones puede desarrollarse alguna que otra complicación a los pocos días.
Deberá saber que, si usted ya ha sufrido de preeclampsia en el primer embarazo, es posible que la desarrolle de nuevo en el siguiente, aunque normalmente no es tan grave como la primera vez. La investigación ha demostrado que las mujeres que tuvieron preeclampsia, tiene 4 veces mayor riesgo de tener hipertensión más adelante en la vida.
En cuanto a los bebes, aquellos que sean prematuros deberán permanecer en el hospital, para mantenerlo controlados hasta que haya llegado a término.
Posibles complicaciones
Aunque son poco frecuentes, pueden darse complicaciones graves que afecten tanto a la madre como a su bebé.
Convulsiones (eclampsia)
La eclampsia son convulsiones que las embarazadas pueden experimentar a partir de la semana 20 o inmediatamente después del parto. Aunque la mayoría de mujeres se recuperan, hay un pequeño riesgo de discapacidad permanente o daño cerebral si los ataques son severos.
Síndrome de Hellp
El síndrome de Hellp es un rastro del hígado y la coagulación de la sangre poco común que puede darse en embarazadas. Puede aparecer en cualquier momento después de la semana 20, siendo raro que ocurra antes de esa fecha.
El síndrome de HELLP es bastante peligroso, de manera que la única manera de tratarlo es dando luz al bebe tan pronto como sea posible.
Accidente cerebro vascular
El suministro de sangre pude verse afectado como resultado de tener una presión arterial alta. Esto también se conoce como hemorragia cerebral o derrame cerebral. Las células del cerebro, al no recibir el suficiente oxígeno y nutrientes de la sangre, empiezan a morir causando daño cerebral e incluso la muerte.
Problemas en los órganos
Edema pulmonar
Insuficiencia renal
Insuficiencia hepática
Trastornos de la coagulación de la sangre
Puede dar lugar a lo que se conoce como “coagulación intravascular diseminada”. Esto puede resultar en un sangrado excesivo a debido a que no hay suficientes proteínas en la sangre para que sea coagulo o dichas proteínas se vuelven anormalmente activas.
Respecto a los problemas que pueden afectar al bebé, destaca la posibilidad de un crecimiento lento debido a que la preeclampsia reduce la cantidad de nutrientes y oxígeno.
En caso de una preeclampsia grave se deberá proceder a un parto inducido. De esta manera, al nacer prematuramente, el bebé puede tener complicaciones graves con dificultades respiratorias. En estos casos el bebe deberá permanecer en cuidados intensivos neonatales para que puedan ser tratados.
En el peor de los casos el bebé de mujer con preeclampsia puede morir en el útero. Se estima que alrededor de 1000 bebés mueren cada año a causa de la preeclampsia. La mayoría mueren a causa de las complicaciones relacionadas con el parto prematuro.
Prevención
Actualmente no hay una forma segura de prevenir la preeclampsia, pero es recomendable seguir las indicaciones de su médico acerca de la dieta y el ejercicio:
Utilicé poca o ninguna sal en las comidas.
No comer muchos alimentos con alto contenido en grasas o comidas basura.
Hacer ejercicio regularmente.
Elevar los pies varias veces al día.
Descansar lo suficiente.
Evitar el consumo de alcohol.
Evitar las bebidas que contengan cafeína.
Puede que su médico le sugiera algún que otro medicamento y suplementos.