GUAYAQUIL. El presidente Guillermo Lasso lanzó a la basura la ‘Ley Mordaza’ vigente. «Hoy, como lo prometí hace nueve años en esta lucha política, tiramos al tacho de basura de la historia la Ley Mordaza”, dijo el mandatario mientras simbólicamente arrojó un cuadernillo a un bote rojo de basura.
Este viernes 11 de noviembre de 2022, el presidente Guillermo Lasso firmó el texto definitivo con las reformas a la Ley de Comunicación.
Con la firma del mandatario, la normativa debe ser inscrita en el Registro Oficial para posteriormente realizar su publicación y que se convierta en nueva Ley de Comunicación
En el edificio de la Gobernación en Guayaquil, el Jefe de Estado señaló que la normativa garantiza los derechos a la libertad de expresión y terminan con los organismos de control y censura previa del código aprobado en junio de 2013, durante el gobierno de Rafael Correa, según lo recoge la plataforma digital www.eltelegrafo.com.ec
Ley es vital
El presidente Lasso aseguró que ninguna sociedad democrática funciona «sin libertad de prensa, expresión y opinión». Dijo que aquellos que se opusieron a las reformas a esta normativa pretenden desestabilizar al Ecuador.
«El crecimiento del narcotráfico ha sido proporcional a la bajeza humana de algunos líderes. Hoy vivimos las consecuencias de esa perversa relación», expresó Lasso.
Además mencionó que la reformada Ley de Comunicación es vital para construir la paz que el Ecuador necesita. Indicó que aquellos que se oponían a la Ley han pretendido desestabilizar al país y no han mostrado solidaridad con los ataques hacia policías y militares de parte de bandas del crimen organizado.
«Hoy en un lado del mapa político están claramente identificados quienes buscan favorecer al crimen, a las bandas organizadas, al narcotráfico. Del otro lado estamos quienes estamos a favor de la democracia, a favor del pueblo, a favor de la libertad», planteó Lasso.
“Libertad para pensar y expresarse”
El presidente añadió que gracias a las reformas ejecutadas el periodismo libre podrá desenmascarar a los ‘narcopolíticos’ que operan en Ecuador y desde el exterior. «No queremos una sociedad en la que los medios operen bajo amenazas. No queremos una sociedad donde los contenidos sean influenciados o controlados por políticos, mucho menos por los narcopolíticos. Queremos una sociedad libre para pensar y expresarse», apuntó.