“Los planes fracasan por falta de consejos, pero triunfan cuando hay muchos consejeros” (Proverbios 15:22).
Tomar decisiones será parte fundamental de tu vida. Para
ello, hay que tener valor. Si no lo haces, otros lo harán por ti y decidirán tu
propia existencia. En particular, las decisiones que tomes hoy decantarán tu
vida hacia uno u otro lado. Por eso, es primordial considerar algunos
principios para tomar resoluciones.
1. No tomes decisiones bajo la influencia de las emociones. Hay algunos estados
de ánimo que son poco recomendables a la hora de tomar una decisión e influyen
desfavorablemente sobre la mente, de modo que la elección se vuelve incorrecta.
De este modo, tomar una decisión cuando estás muy enojado (como Jonás, quien
pidió la muerte en un arrebato de ira), muy triste (como Elias, quien se quería
morir bajo la influencia de la depresión) o muy eufórico (como Herodes, que
ofreció la mitad de su reino a una joven que danzó delante de él) no te llevará
a un buen término. Es mejor esperar a que el equilibrio y la sensatez hayan
vuelto a tu vida.
2. Espera durante un tiempo razonable. La espera brinda la oportunidad de
reflexionar, de ponderar las ventajas e inconvenientes de una decisión
importante, de visualizar el efecto que tendrá en tu vida personal y en la de
aquellos que te rodean, de escuchar la voz de Dios hablando al corazón. En
cambio, el apresuramiento nunca es buen consejero. Mucho menos en el marco de
una decisión importante.
3. Escucha el consejo de los que tienen experiencia. Vale la pena preguntar a
quienes ya han recorrido el camino que tú estás iniciando. Los seres humanos no
hemos cambiado mucho, más bien seguimos siendo los mismos. En realidad, los
adultos tienen mucho que decirte. Ellos también se enamoraron, tuvieron
descalabros y vivieron situaciones complejas, así como grandes alegrías.
Pregúntales qué les funcionó y cómo alcanzaron sus metas.
4. Escucha el consejo de Dios. El Salmo 25 es toda una invitación para buscar a
Dios a la hora de tomar una decisión: “Señor, dame a conocer tus caminos;
¡enséñame a seguir tus sendas! Todo el día espero en ti; ¡enséñame a caminar en
tu verdad, pues tú eres mi Dios y salvador! […] El Señor es bueno y recto; por
eso enseña a los pecadores el camino […] ¿Quieres tú servir al Señor? Él te
mostrará el mejor camino” (vers. 4-8,12).
Este día pon tu vida en las manos de Dios y pídele que te enseñe a tomar buenas
decisiones.
DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2018
¡RENUÉVATE!
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2018