Víctor Jorge García Gallirgos es de Moyobamba-Perú, tiene 26 años, y se graduó este año en la carrera de Ingeniería Agronómica, graduado en la UTEQ. Esta institución cuenta su historia:
QUEVEDO. – A simple vista es imposible no fijarse en su condición física debido a que nació con Artogriposis múltiple congénita. Pero esto no ha sido un impedimento para que Víctor cumpla su sueño de ser un profesional en lo que tanto ama: la agronomía; además ha sido uno de los mejores estudiantes de su promoción y también ha integrado la dirigencia estudiantil de la UTEQ.
García comenta que para estudiar en Ecuador postuló en un programa de becas integrales ofertadas por la Senescyt, del que sale seleccionado para estudiar en cualquiera de las universidades de nuestro país.
“Me gusta el campo, toda mi familia se dedica a la agricultura y es algo que he aprendido junto con ella, por eso decidí buscar una carrera en la que adquiera conocimientos en esta área, y así fue como en mis búsquedas encontré a la UTEQ, una universidad con una gran historia y especialista en temas agrícolas y agropecuarios”.
Entrevista
¿Qué es lo que te gusta de la carrera de Agronomía?
Es una carrera con futuro, social y humanista, ya que contribuyes con la sociedad en el aspecto de proveer alimentos a las familias, desde el campo a las grandes ciudades. Me gusta porque con el apoyo técnico adecuado esta carrera resulta muy útil para alimentar la sociedad y para mí como profesional desde el punto de vista económico.
¿Crees que tu condición física te limita a ejercer tu carrera profesional?
Soy consciente que tengo muchas limitantes físicas, pero también sé que existen formas de superarlas. Me crie en el campo y estoy acostumbrado a trabajar en él. Además, pienso que en la vida uno siempre va a tener obstáculos que enfrentar y de eso se trata la vida de ir encontrando la solución a los problemas. En realidad, no veo ninguna limitante en poder ejercer mi carrera profesional, ya que muchas veces la única barrera que no nos permite alcanzar nuestros objetivos son las mentales. Conozco muchas personas con todo tipo de discapacidad que han logrado ser muy exitosos y eso es porque han confiado en sí mismos y se han ingeniado para conseguirlo.
¿Has vivido algún hecho de discriminación dentro de los predios universitarios?
No, afortunadamente no. Al contrario, considero que he hecho muy buenas amistadas y he tenido mucho apoyo por parte de mis compañeros, docentes y trabajadores de la institución.
¿Tenías fácil acceso a las aulas y laboratorios de la UTEQ?
Si, en ambos campus tenía fácil acceso a las aulas y laboratorios. En los primeros años me ofrecieron quedarme en un aula de planta baja, pero siempre me han gustado los retos y prefería esforzarme, dejar la comodidad y subir las escaleras. En cuanto a los espacios inclusivos con rampa la UTEQ los tiene, eso significa que piensa en las personas con discapacidad motriz.
¿Cuáles son tus aspiraciones ahora que ya eres profesional?
Me gustaría quedarme un tiempo en Ecuador, realizar una maestría y posteriormente un doctorado. Tener una empresa para trabajar y dar trabajo y ayudar a más personas con condiciones especiales.
Un mensaje a la comunidad utequsinos
Antes de ser profesionales aprendamos a ser más humanos. Todos vivimos situaciones diferentes, pero siempre nuestras ganas de crecer y superarnos van a ser ese motor que nos impulse a salir adelante. Si ves a alguien que necesita un ayuda dásela, tiéndele la mano, y eso te va a llevar a ser alguien más empático con la sociedad.
A los jóvenes que pasan situaciones difíciles en la vida, sigan adelante, construyamos una mejor sociedad; y a las autoridades que nos rigen, realizar una verdadera inclusión considerando a personas que tienen diferentes habilidades y capacidades ayudándolas a lograr sus metas. Dejando de un lado las barreras de juzgar sin buscar la forma de ayudar. Cuando empecemos a cambiar esa situación vamos a ir mejorando como seres humanos.
Algo que destaco mucho de la UTEQ es que, si ha pensado en esta inclusión, cada año he visto cómo sus accesos y rampas han mejorado, pensando justamente en las personas con discapacidad motriz. Agradezco a esta querida universidad quevedeña que me abrió las puertas al conocimiento y superación, a sus autoridades, decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y todos los docentes por brindarme sus enseñanzas y por hacer de esta institución una de las mejores del Ecuador.