Nancy Hurtado fue la primera en ver la escena de horror que había en la habitación de sus padres.
Al ingresar al cuarto se encontró con lo impensable: su padre de corazón, su madre y su hermana menor estaban muertos, y el impacto fue tan fuerte que Nancy quiso desmayarse.
La mujer gritó horrorizada por lo que veía y empezó a llamar a sus otros familiares, quienes estaban en la parte delantera de la casa donde ocurrió la tragedia.
El cuerpo de Rosa Murillo, de 41 años, se encontraba en el piso lleno de sangre; mientras que su hija, Daniela, de 11, y su esposo, David Izquierdo, de 47, estaban colgados de una viga.
La primera hipótesis de la Policía es que se trató de un caso de asesinato, femicidio y suicidio.
Los cadáveres fueron descubiertos ayer a las 09h00, pero se presume que la matanza ocurrió en horas de la madrugada.
El hecho se registró en la cooperativa Che Guevara.
Decenas personas se aglomeraron en los exteriores del inmueble de las víctimas y se mostraron sorprendidas por lo ocurrido. “El vecino mató a su mujer, a su hija y luego se suicidó”, decían.
Algunos de los presentes fueron testigos del dolor que mostraban los hijos de Murillo.
“Diosito, dame fuerzas, ¿por qué lo hizo?”, gritaba una de las hijas de la fallecida.
Celos y amenazas. El mayor Cristian Ruiz, jefe de Operaciones del Distrito Oeste de la Policía, llegó al sitio de la tragedia y confirmó que los tres cuerpos estaban en la habitación.
“La madre (Rosa) tiene golpes en la cabeza, mientras que el señor y su hija estaban suspendidos de una cuerda”, afirmó.
Ruiz indicó que el personal de Criminalística se encuentra investigando para poder determinar con exactitud “qué fue lo que sucedió en torno a la muerte de la niña”.
Ruiz explicó al momento del hallazgo que los cuerpos tendrían entre cinco y seis horas sin vida.
“En la madrugada (ayer) tuvimos una fuerte lluvia y la vivienda tiene el techo con hojas de zinc, aquello nos hace presumir que los demás familiares no escucharon ningún llamado de auxilio (por parte de Rosa y su hija)”, señaló el jefe policial.
“Los hijos mayores de la señora han indicado que el occiso (David) era muy celoso y que en reiteradas ocasiones había dicho que iba a matarla. Todos coinciden en la misma versión”, añadió el policía.
Se presume que la primera en ser atacada fue Rosa y que para no dejar testigos, David acabó con la vida de su hija y luego decidió suicidarse.
En la escena. El personal policial que llegó a la escena del crimen observó que el cuerpo de Rosa presentaba huellas de estrangulamiento.
Además, tenía tres heridas, una en la pierna derecha, otra en el hombro izquierdo y otra cerca del oído.
Los agentes incautaron un desarmador, con el que se presume fue herida la mujer, y dos pedazos de soga.
Nancy informó a los uniformados que su madre era víctima de constantes maltratos físicos y psicológicos por parte de su conviviente, pues era muy celoso.
De hecho, ya había intentado quitarle la vida.
La denunciante resaltó que hasta la noche del sábado, aproximadamente a las 22h00, vio con vida a sus familiares, pues a esa hora se fueron a descansar a la habitación.
Ayer, cuando el reloj marcaba las 09h00, y al ver que su progenitora no salía del cuarto, fue a buscarla y se encontró con una escena desgarradora.
Los parientes de los fallecidos abrieron la puerta de un garaje y pidieron que el carro ingresara para evitar la mirada de los curiosos.
Cuando el vehículo estaba por irse una de las hijas de Rosa gritaba para que no se llevaran a su madre y hermana, luego se desmayó.
Tres personas que se encontraban cerca le brindaron ayuda.
Los vecinos que se quedaron hasta el final del procedimiento policial lamentaban la muerte de los tres integrantes de la familia Izquierdo Murillo.
Se preguntaban qué fue lo que ocurrió para que todo terminará de esta manera.
Era guardia. Familiares de la mujer fallecida dijeron que Rosa se dedicaba a los quehaceres domésticos, mientras que Izquierdo trabajaba como guardia para una empresa de seguridad.
Añadieron que Daniela era la última de siete hermanos.
“De cariño le decíamos ‘gordita’”, puntualizaron.
Ella cursaba el sexto año de educación básica en la Unidad Educativa 2 de Mayo.
Rosa y David tenían una relación sentimental de once años. Las peleas entre ellos eran constantes por los celos, se informó.
Rosa y sus allegados son oriundos de Esmeraldas y llegaron a radicarse a Santo Domingo hace quince años.
Ellos se mostraron consternados por lo ocurrido y pidieron un poco de respeto por su dolor.
Hasta ayer en la tarde no se especificaba en qué lugar se iba a realizar la velación de los tres cuerpos, aunque se presume que Rosa y su hija serían veladas aparte.