En cada brazada, en cada vuelta, en cada gota de sudor que se fundía con el agua, había un universo entero de emociones, de esperanzas y de amor. Este fin de semana, en Manta, una familia quevedeña se sumergió en un mar de nervios y emociones, llevando en sus manos una maleta cargada de ilusiones, pero sobre todo, llevando en sus corazones a su valiente guerrero, Sebastián.
Y es que este joven con capacidades especiales participó de las Olimpiadas Especiales desarrolladas en Manta, Ecuador, donde cientos de competidores llegaron desde diferentes lugares para mostrar de lo que son capaces.
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Su historia fue contada a través de la cuenta de Facebook Ají de Mesa donde con orgullo relataban todo lo que han pasado hasta ahora en el proceso de neurodivergencia de su hijo.
El relato empieza siendo muy emotivo: «Ver a Sebas nadar es un orgullo, es llenarse de ilusión. Es decir Dios es bueno y nunca nos soltó de su mano».
Continúan contando que, hay cosas que a pesar de sus 21 años no las comprenden por que: “El es un mundo”. Sin embargo, esos desafíos les enseñan a cada paso el verdadero significado del amor incondicional.
El post revela lo difícil que es explicar por qué Sebas es como es, por qué enfrenta el mundo de una manera única y especial, pero resaltan que lo que nunca será difícil es amarlo con toda sus fuerzas y ser.
Finalmente dicen: «seguiremos ahí para apoyarte y dejarlo todo por ti. Los papás que tenemos hijos con condiciones especiales sabemos lo difícil que es y por eso te apoyamos. Gracias por esa medalla que nos llena el alma y gracias a Dios y a nuestro angelito q no te desamparan. Te amamos hijo. Mi colorado Guapo»
Así, unos padres agradecidos le piden que siga nadando, enfrentando cada ola con valentía y con el corazón rebosante de amor.
