La ministra de Salud Pública, Verónica Espinosa, reiteró que las acciones de control por el consumo de alcohol metílico se deben a que es de extrema preocupación para todo el Gobierno, el hecho de que sigan reportándose nuevos casos sospechosos que implican que la ciudadanía continúa expuesta e ingiriendo el licor adulterado y contaminado con alcohol metílico.
La secretaria de Estado indicó que se deben extremar las acciones de control, de vigilancia, pero sobre todo las acciones de corresponsabilidad ciudadana.
“Hacemos un llamado formal, una invitación de responsabilidad, de cuidado a todos los ecuatorianos que nos vemos expuestos a este grave riesgo”, aseveró, haciendo énfasis en que el consumo de alcohol adulterado implica un enorme riesgo a la vida e incluso puede producir la muerte.
Insistió en el llamado a la población de no consumir productos que contengan alcohol o que no cumplan los requisitos de control como el registro sanitario, el empaque y embotellado adecuado.
“No se debe consumir alcohol de dudosa procedencia, en contenidos plásticos, en canecas y pido que se reporte la comercialización de este tipo de productos a través del 911”, añadió.
La ministra Espinosa indicó que en caso de tener algún síntoma como consecuencia del consumo de alcohol, como visión borrosa, pérdida del estado de conciencia, dolor de cabeza, la persona debe acudir inmediatamente a un establecimiento de salud.
Remarcó que todos los establecimientos de salud, a nivel nacional, están listos para atender este tipo de casos.
Enfatizó que la ciudadanía juega un papel extremadamente importante para que se puedan evitar más víctimas mortales e insistió en la necesidad de la participación de todas las instituciones públicas y privadas, de los locales de ventas de alimentos y las discotecas para extremar los cuidados y garantizar que las bebidas alcohólicas que se expendan cuenten con todos documentos habilitantes que garanticen su seguridad, como son la notificación y registro sanitario, que no estén violentadas las etiquetas, que el empaquetado sea el adecuado y, sobre todo, que se alerte sobre cualquier eventualidad. CP/El Ciudadano