En agosto pasado, el presidente de Rusia, Vladimir Putin anunció el lanzamiento de la primera vacuna para el coronavirus. Este anuncio fue recibido en primera instancia con escepticismo e inquietud por varios expertos, pero con alegría por los ciudadanos comunes.
Denis Logunov, director adjunto del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, destaca la eficacia y seguridad de la vacuna. Los científicos rusos creen que su vacuna aportará a las personas una inmunidad de «entre uno y dos años».
El Fondo Ruso de Inversión Directa asegura que ya existe una demanda global de la vacuna, la cual supera los 1.200 millones de dosis. A pesar de esto la cantidad exacta que se producirá aun no se ha definido, pero esperan alcanzar una producción de unas 300.000 dosis a finales de octubre y unas 800.000 para noviembre.
Los expertos esperan que su vacuna llegue a toda América Latina, pero que la administración o adquisición dependerá de la aprobación de los reguladores locales. A principios de octubre, Venezuela fue el primer país de América del Sur en recibir un lote de 2.000 dosis de la Sputnik V, con el fin de participar en la última fase del desarrollo del fármaco ruso.