El inicio de clases en Quevedo provocó una avalancha de estudiantes y padres hacia los centros educativos, saturando el transporte público y llevando a las familias a recurrir a taxis compartidos.
Esa situación ocurrió con Gerardo Gutierrez quien llevó a sus dos hijos desde la vía a San Carlos hasta la parroquia San Camilo para dejarlos en Unidad Educativa, pero a falta de unidades tuvo que subirse en un taxi donde ya iban otros dos personas con sus hijos.
Es decir este lunes, 6 de mayo de 2024, los taxis en Quevedo se volvieron una especie de ‘taxi ruta’.
Sin embargo, cada uno de los usuarios debió cancelar la tarifa correspondiente a su destino.
Es decir don Gutierrez pagó por su recorrido $1.50, la otra usuaria que fue hasta la Unidad Educativa Nicolás Infantes Díaz, canceló $2.00 y la tercera quien fue hasta la Terminal Terrestre canceló por su servicio $2.50.
Esta aparente solución salomonica, se vuelve común en muchas ciudades al comenzar el año escolar; sin embargo, exponen las deficiencias en el sistema de transporte y la necesidad de soluciones adecuadas.
Para Carlos Pérez, usario de taxis en Quevedo, esta disparidad de precios y modalidad de servicios puede deberse a diversos factores, como la negociación con el conductor, la distancia recorrida o incluso la disponibilidad de vehículos en ese momento. Sin embargo, también evidencia una falta de estándares claros y justos en la fijación de tarifas.
Hay usuarios que consideran que para abordar esta problemática, es crucial implementar medidas que garanticen un acceso equitativo.